Nauseas en el embarazo: 5 claves para calmarlas y cuándo preocuparse

Nauseas en embarazo
Nauseas en embarazo

Náuseas en el embarazo, para todas las embarazadas esta palabra es sinónimo de malestar incesante, de vómitos, de pérdida de peso y de desagrado de la comida.

En resumen, un verdadero problema que puede persistir hasta el final del tercer mes. Aunque cada embarazada es diferente, tener náuseas es bastante común durante la gestación.

Alrededor del 50% de las mujeres sufren náuseas y vómitos, el 25% sólo tiene náuseas y el otro 25% no se verán afectadas.


En la mayoría de las mujeres los síntomas empiezan a mejorar a partir de la semana 12ª de gestación; pero esa luz al final del túnel puede parecer demasiado lejana al principio del embarazo. Sólo un pequeño porcentaje de mujeres continúa teniendo estos desagradables episodios durante los nueves meses.



Nauseas en el embarazo,¿Qué las provocan?

Todavía no se conocen ni los mecanismos ni las causas que las producen. Su origen es bastante misterioso. ¿Son las hormonas? ¿La relajación muscular del estómago? ¿La falta de vitamina B6? Algunos expertos defienden incluso un origen psicológico.


Los olores


El sentido del olfato de la mujer embarazada cambia durante las primeras semanas de la gestación, volviéndose mucho más sensible. Así algunos olores que antes resultaban agradables o no tenían ninguna consecuencia particular, se convierten ahora en verdaderamente molestos llegando a provocar las conocidas náuseas.

Tu yogur preferido, tu perfume habitual o el olor de la pintura fresca pueden ser ahora verdaderas pesadillas.


Las hormonas


Las embarazadas están sujetas a cambios hormonales cuyos efectos se sufren desde el principio del embarazo y pueden acarrear igualmente cambios de humor y antojos como náuseas. El nivel hormonal de las mujeres con mellizos o trillizos es más alto, por lo tanto es más probable que experimenten náuseas


Otra teoría




Algunos investigadores exponen otra hipótesis. Según ellos las náuseas están asociadas a un antiguo mecanismo de defensa de nuestro cuerpo,ara protegerse de la ingesta de venenos.

Pero que debido a la gran variedad de alimentos que tenemos a nuestra disposición, no es de extrañar que este sistema de protección se haya desequilibrado. Y entonces rechace también los alimentos sanos.


Ten en cuenta que el hambre y el cansancio pueden agravar la situación. Las náuseas suelen sobrevenir por las mañanas al levantarse o cuando se cambia de posición.

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Claves para calmar las náuseas en el embarazo

Existen diversos métodos para ayudarte a evitar las náuseas del embarazo: pruébalos para descubrir cuál es el que mejor funciona en tu caso.


– Cambios dietéticos: Las comidas poco copiosas ricas en proteínas pueden ayudar a reducir las náuseas. Prueba con distintos alimentos para encontrar el que toleres mejor.


– Medicación: Existen varias medicinas útiles para aliviar la náusea del embarazo.

Lo más importante es tratarla de forma precoz, en lugar de soportarla contra viento y marea. Un retraso en el tratamiento podría permitir que el vómito se haga más severo al paso del tiempo.


Levántate a cuerpo de reina: Si tienes náuseas matinales bebe un vaso de agua, come una galleta y tómate tu tiempo para levantarte.

Espera al menos un cuarto de hora en la cama antes de poner un pie en el suelo. En realidad lo ideal es desayunar en la cama a base de hidratos de carbono, proteínas y azúcares lentos (galletitas, pan, frutas…).


Come a menudo: No, no se trata de que te pases comiendo todo el día, pero es mejor tener náuseas con el estómago lleno. Haz tres comidas no muy copiosas y dos tentempiés. En este sentido, para picar toma una manzana, un plátano, un par de lonchas de jamón, frutos secos, galletitas saladas o tostadas de pan integral. 


 El jengibre, tu nuevo aliado: La Organización Mundial de la Salud ha reconocido los beneficios del empleo tradicional de la raíz de jengibre para prevenir las náuseas y los vómitos derivados del estado de gestación.

En cualquier caso ha de ser consumido con moderación. Puedes tomar jengibre seco, sin sobrepasar los 2g por día. 

Nauseas en embarazo
Nauseas en embarazo


Sobre las náuseas del embarazo de carácter grave

La forma de expresar médicamente las náuseas del embarazo de carácter grave es “hiperémesis gravídica” (que significa “vómitos excesivos durante el embarazo”).

Así mismo, Suele seguir una secuencia temporal similar a las náuseas del embarazo, aunque suele iniciase antes, entre la cuarta y la quinta semana y durar más tiempo.

A pesar de que algunas mujeres con náuseas del embrazo de carácter grave se encuentran mejor cuando concluye la primera mitad del embarazo (en torno a la vigésima semana), algunas las siguen experimentando durante todo el embarazo. A menudo, los síntomas pierden intensidad conforme va avanzando la gestación.

En la mayoría de las ocasiones, la hiperémesis gravídica ocurre durante el primer embarazo de una mujer. Lamentablemente, las mujeres que presentan esta afección en un embarazo son más proclives a volverla a presentar en embarazos posteriores.

Causas

No se conoce la causa exacta de la hiperémesis gravídica. Por otro lado, Las investigaciones sugieren que esta afección podría estar relacionada con los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo.

En concreto, una hormona denominada gonadotropina coriónica humana, o GCH, podría ser la culpable puesto que esta afección ocurre prioritariamente cuando las concentraciones de GCH son mayores en el cuerpo de la mujer.

Del mismo modo, la hiperémesis gravídica también podría ser hereditaria, ya que es más frecuente en las mujeres cuyas familiares cercanas (madres y hermanas) la han padecido.


Náuseas en el embarazo y Cuándo llamar al médico

Es importante llamar al médico inmediatamente si una mujer embarazada presenta cualquiera de los siguientes síntomas:

  • náuseas que persisten a lo largo de todo el día e imposibilitan la conducta de comer y/o beber
  • vómitos que ocurren tres o cuatro veces al día o incapacidad de retener cualquier alimento o bebida en el estómago
  • vómitos de color tirando a marrón o con sangre o vetas de sangre
  • pérdida de peso
  • desmayo, vértigo y/o pérdida del equilibrio
  • reducción de la cantidad de orina
  • aceleración de la frecuencia cardíaca
  • dolores de cabeza recurrentes
  • olor corporal desagradable o sabor frutado en la boca
  • fatiga extrema
  • confusión

Con información de www.todopapas.com