Las infecciones vaginales en el embarazo pueden ocasionarte una serie de síntomas molestos como picazón, irritación, dolor, ardor. También enrojecimiento de la vagina y de los labios vaginales y, a veces, hinchazón.
En ocasiones, también pueden provocar incomodidad o dolor durante las relaciones sexuales. O al orinar cuando la orina roza los genitales irritados.
La mayoría de las mujeres sufren alguna infección vaginal a lo largo de su vida, y este riesgo se incrementa durante el embarazo.
Pero, por qué son las embarazadas más propensas a contraer estas infecciones?
En esta etapa se combinan dos factores que hacen a la embarazada más sensible a contraer una infección:
- El cambio hormonal en todo su cuerpo afecta su sistema inmune, y esto nos lleva al segundo factor
- La futura mamá está inmunodeprimida, debido a que el bebé tiene elementos del padre ajenos a ella. Siendo así, el cuerpo disminuye sus defensas para evitar desconocerlo y atacarlo como si fuera una enfermedad.
Tratamiento de las infecciones vaginales en el embarazo
La predisposición a padecerlas durante el embarazo está vinculada a los cambios hormonales. Pero puedes estar tranquila porque no suelen afectar al bebé. Ya que el útero es un compartimento cerrado cuya misión es impedir el paso de cualquier agente infeccioso al interior.
Existen algunas situaciones que no puedes modificar como son los cambios hormonales propios del embarazo y la disminución de la respuesta inmune en esta etapa. Lo importante es identificar cualquier flujo anormal y acudir inmediatamente al ginecólogo para que trate la infección a tiempo.
Es habitual tratar la infección con antifúngicos o bactericidas locales, que son fáciles de usar, pero algunos están contraindicados en el embarazo y suelen alterar el equilibrio de la flora vaginal.
Los probióticos vaginales, que contienen lactobacilos, son un buen complemento terapéutico para restaurar el equilibrio de la flora vaginal.
Por último, se debe tener en cuenta que, muchas de estas infecciones, requieren un tratamiento en pareja. Ya que también el hombre puede estar infectado y si éste no realiza el tratamiento, es más probable sufrir recidivas.
12 consejos para contrarrestar las infecciones vaginales en el embarazo
Tomando unas mínimas precauciones puedes contrarrestar las molestias ocasionadas por las infecciones vaginales y disfrutar sin riesgos de tu sexualidad durante todo tu embarazo.
Estudios recientes indican que la ingesta diaria de 145 mililitros diarios de yogur, que contenga Lactobacilus acidofilo, reduce de manera significativa el riesgo de infecciones vaginales. Y además:
1. Cámbiate la ropa interior todos los días.
2. Si usas protectores, elege los que no contienen desodorante y cámbialos varias veces al día.
3. No utilices ropa de lycra a diario, sino de algodón.
4. No uses pantalones ajustados a diario, porque inflaman la vulva.
5. Evita los lavados o duchas vaginales. Sólo es recomendable una limpieza de los genitales por fuera con agua, o con un jabón neutro o blanco sin perfume.
6. No te apliques ningún tipo de spray o desodorante íntimo.
7. Realiza la limpieza de la vulva de adelante hacia atrás, para no arrastrar los microorganismos provenientes del ano hacia la vagina.
8. Evita tomar alimentos ricos en azúcar, levaduras y cafeína. Estos ingredientes promueven el crecimiento desmedido de hongos.
9. Come yogur con Lactobacillus acidophilus.
10. Duerme sin ropa interior para disminuir la humedad en la zona vulvar.
11. No te rasures por completo el pubis, ya que con el rasurado pueden producirse microcortes en los labios vaginales o en el periné.
12. Cámbiate el bañador mojado en cuanto salgas del agua. La humedad es un excelente caldo de cultivo para los gérmenes y los hongos que causan las infecciones vaginales.
Consultar con el médico sobre las
Infecciones vaginales embarazo
Aunque existen productos de libre dispensación para el tratamiento de las infecciones vaginales, en forma de óvulos que se introducen en la vagina o cremas tópicas. Y que alivian los síntomas y combaten al agente agresor, es preciso consultar con el médico y no automedicarse.
Es importante tener en cuenta que hay síntomas comunes a distintas afecciones y que es necesario un diagnóstico preciso.
Factores de riesgo
Embarazo. Durante el embarazo la vagina contiene una forma de glucosa muy rica -llamada glicógeno- que alimenta a las distintas infecciones vaginales. Se cree que los altos niveles de glicógeno se deben al aumento de hormonas (estrógenos) y reducción de la acidez de la vagina.
Por esta razón las mujeres embarazadas tienen un riesgo 10 veces mayor de padecer infecciones. La vagina es el lugar ideal para su desarrollo.
Mujeres diabéticas que no tienen controlada su azúcar, están en mayor riesgo, debido a que, como ya lo vimos anteriormente, los niveles altos de azúcar favorecen el crecimiento de la cándida.
Uso de pastillas anticonceptivas, antibióticos de amplio espectro, corticoesteroides (prednisona)
Las duchas vaginales.
Malos hábitos alimenticios, consumo de alimentos con alto contenido de azúcar.
Alteraciones hormonales cuando se acerca el ciclo menstrual.
Estrés.
Falta de sueño.
Cualquier situación que cambie el balance normal de las bacterias o levaduras en la vagina, desencadena una infección.
Con información de www.bebesymas.com