La Fisioterapia en el Parkinson

La Fisioterapia en el Parkinson
La Fisioterapia en el Parkinson

La enfermedad de Parkinson es un proceso degenerativo de presentación progresiva e incapacitante. Producida por una deficiencia dopaminérgica asociada a la degeneración de la sustancia negra; que forma parte de los ganglios basales.

Es, por tanto, un tema de interés para los fisioterapeutas. Pues es una enfermedad que afecta al sistema nervioso; específicamente al área encargada de coordinar el tono muscular y los movimientos.

Por otro lado, el tratamiento de la enfermedad permite la aplicación de métodos; procedimientos y actuaciones fisioterápeuticas de recuperación funcional dirigidas al mantenimiento de la salud. Este tratamiento está encuadrado dentro de un equipo multidisciplinar.

Así que, la aplicación de un conjunto de técnicas fisioterapéuticas, más la medicación; ayuda a controlar los problemas motrices que definen a esta enfermedad neurodegenerativa.

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica que causa rigidez, temblor en reposo; pérdida de equilibrio e impide el movimiento físico, cognitivo y social.

Por otro lado, en etapas avanzadas puede producirse la disminución de la capacidad respiratoria. Por la falta de movilidad del tórax y estreñimiento por la disminución de la actividad física, entre otros.

El tratamiento del Parkinson en la Fisioterapia

La fisioterapia juega un papel muy importante. Ya que, acompañada de una apropiada medicación, ayudará a la persona a reducir; y a controlar las alteraciones que puedan producirse en el movimiento.

Así mismo, la terapia debe estar encaminada en optimizar la condición física y evitar las alteraciones posturales, disminuir y controlar el temblor; evitar la rigidez, mejorar el equilibrio y la coordinación (evitar las caídas).

A su vez, facilitar la realización de actividades de la vida diaria, mejorar la ingestión y el habla. Además, de optimizar la respiración y disminuir las dificultades respiratorias, entre otros.

Por esto, se vale de diferentes técnicas fisioterapéuticas como ejercicios, movilización, punción seca, entre otros. Es importante la atención temprana para evitar las futuras complicaciones como la pérdida de la funcionalidad; que puede llegar hasta la postración. Para mayor información consulta a tu fisioterapeuta.

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