Sube de talla sanamente, si es posible con un poco de entusiasmo y constancia. Tu historia es que haces ejercicio durante la semana, comes bien, duermes bien, y por fin logras ganar algo de peso. Pero llega el fin de semana y acaba con ese pequeño significativo logro.
Sin embargo, escuchas a los demás que hicieron lo mismo que tú esos días, decir que quieren bajar de peso porque la indisciplina del fin de semana hizo que ganaran unos kilitos de más. ¿Por qué ellos engordan y tú enflacas? Hay varios factores que pueden determinar que, en lugar de subir de talla, adelgaces.
Puede ser que no tengas tendencias a engordar, que no te estés alimentando de forma correcta, o quizá no estas durmiendo lo suficiente. Es probable que padezcas de algún tipo de deficiencia nutricional. Pero a reserva de que consultes a tu médico para que haga un diagnóstico y actúes en consecuencia, hay algunas medidas que puedes comenzar a tomar, y lo mas probable es que éstas ayuden a lograr tu objetivo.
Medidas que puedes tomar y sube de talla sanamente
Cuida tus hábitos alimentarios: eres lo que comes, así dice el refrán. Pero a que se refiere, entre otras cosas tiene que ver con costumbres y educación. Hay una relación directa entre qué, cuanto, como y cuando ingerimos nuestros alimentos, y nuestra salud y apariencia física.
Por eso es importante que procures tener buenos hábitos alimentarios. Recuerda que no importa que tan bien hayas entrenado, descansado y dormido. Si estos tres aspectos que son determinantes para lograr un buen físico, no los apoyas con una nutrición adecuada, no vas a obtener crecimiento muscular.
Prepara alimentos correctamente: procura preparar los alimentos de una manera más sana que de costumbre. En lugar de freír la carne, hazla asada, come las verduras frescas en lugar de cocidas. Nunca comiences el día sin haber desayunado (recuerda que los cereales como la avena ayudan a subir de peso).
Comer, comer y cooomer: para que puedas ganar peso necesitas ingerir más calorías de las que el cuerpo quema. Debes alimentarte como nunca lo habías hecho. A varias personas les ha funcionado comer hasta 6 veces al día, cada 3 horas. Para esas ingestas pequeñas de cada 3 horas, la proporción deberá ser 20-30 por ciento de proteínas, 60-70 por ciento de carbohidratos y 10-20 por ciento de grasa.
De esta manera, mantienes constante el nivel de glucosa en el torrente sanguíneo y los músculos estarán continuamente bien alimentados.
Entrenando con un buen peso: esta es quizá la manera más rápida de hacer músculo. Desde luego, la dieta y las pesas deberán ir de la mano. Lo que hace el entrenamiento con peso es sobrecargar a los músculos y estimular su crecimiento, mientras que el alimento que ingieres provee al organismo de los bloques necesarios para reparar el músculo y construir tejido muscular.
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