Uno de los factores más importantes es conocer las buenas combinaciones de alimentos. Este conocimiento tiene el nombre de trofología, es decir la ciencia de a alimentación. Por ejemplo: las proteínas de las carnes necesitan de un ambiente ácido para su digestión; las féculas un ambiente alcalino pues si las comes juntas, esa contradicción bioquímica hará que el proceso sea muy lento.
Gases, pesadez, letargia, falta de concentración, serán algunos de los síntomas que padecerás. Hasta los metabolismos más activos sufren cuando se hacen malas combinaciones.
Estas son las combinaciones que necesitas para obtener el mayor beneficio de los alimentos
No combinan: las proteínas fuertes (carnes, pescados, lácteos, huevos) combinan perfectamente con vegetales de todo tipo y con frutas subácidas (manzanas, peras, duraznos, cerezas, uvas, albaricoques, nectarinas, ciruelas).
La misma combinación con proteínas ligeras (frutos secos, alubias, guisantes, leguminosas, aguacates, soya y derivados, cereales integrales).
No combinan: las proteínas fuertes o ligeras no deben combinarse con ácidos y frutas ácidas (cítricos, tomates, vinagre). Ni con grasas en el caso de las proteínas fuertes, ni con leche y derivados. Y sobre todo no deben combinarse con féculas y azúcares (papas, pan, tortillas, pasteles, plátanos, pastas, cereales refinados y frutas secas).
Si combinan: las grasas combinan muy bien con hidratos de carbono (féculas y azúcares). Es necesario destacar que las grasas, en lo que se refiere a la energía, son el alimento ideal. Las células adoran la grasa, en especial las células cardíacas, que trabajan sin cesar.
Además, la grasa es un elemento esencial para las células del cerebro y de la sangre (las encefalinas y las porfirinas) es un componente esencial de las neuronas; de las células sanguíneas y de las hormonas, por lo que es indispensable consumirlas. Sobre todo las que provienen de la mantequilla natural, los aguacates, las oleaginosas como nueces y los aceites prensados en frío, como el de la oliva.
Las grasas mas deseables son las conocidas como omega 3, contenidas en el aceite de colza, en las oleaginosas como nueces, avellanas, nuez de la india y cacahuates, que además proporcionan vitamina E antioxidante.
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