Disciplina en la vida, ¿Cómo lo logro?

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La disciplina es el hábito de hacer lo que tienes que hacer, aunque no quieras hacerlo, o no te guste hacerlo, pero que debes hacerlo para un bienestar propio sin que nadie te obligue. 

Cuantas veces te has visto en la posición, que es lunes por la mañana; y de nuevo esa elección delante de ti de hacer o no hacer ese proyecto que te has planteado muchas veces; esperas justo el ultimo minuto, y decides nuevamente no hacerlo por muchas razones, muchas veces por no salir de tu zona de confort.

Ser disciplinado siempre te facilitará mejorar la productividad, y por ende el bienestar; así que sin duda alguna es bueno desarrolles hábitos saludables.

Cuando ser disciplinado es algo natural, que fue inculcado desde la infancia, pues que bueno; pero la mayoría les cuesta ocuparse de lo que no le gusta, entonces existen ciertas recomendaciones para ayudar a mantener la disciplina día a día. 

Tener claras las responsabilidades: el saber que se tiene que hacer, y cuando tienes que hacerlo; puedes hacer un borrador o bosquejo de lo que a corto tiempo tienes que hacer; cuando no tienes lado lo que tienes que hacer, es fácil dejarlo de lado y seguir postergando los proyectos.

Elimina el auto engaño o auto compasión: para lograr ser disciplinado, debes reconocer tus fallos y limitaciones; no sirve de nada engañarse o lamentarse por uno mismo; diciendo por ejemplo, es que no tengo tiempo; cuando en realidad no optimizamos el tiempo.

Evita las distracciones: ser disciplinado implica no desviarte por cosas que consumen tu tiempo y no sea productivo.

Claro esta necesitas y mereces tomar descansos; pero se trata más bien de evitar que esos descansos impidan acabar tus objetivos. Aunque la realidad externa en ocasiones no pueda evitarse, es importante controlar al máximo las que si se pueden controlar, por el ejemplo distraerse con el teléfono.

Disciplina es: “Somos el resultado de lo que hacemos repetidamente. La excelencia entonces, no es un acto, sino un habito.” – Aristóteles

Concéntrate siempre en los beneficios: piensa siempre en los beneficios y no en los sacrificios, si te enfocas en tus objetivos como un fanático, potenciaras tu disciplina; se trata de ver la disciplina como un medio para ser feliz al final de cada día; te entrenas intensamente para conseguir lo mas importante, disciplina; y eso solo lo haces por ti.

Evita el querer ser perfecto: nadie es perfecto; ya que si deseas ser disciplinado hasta ser perfecto, esto sera abrumador a tal punto que ni siquiera empiezas lo que te planteas.

Mejora tu concentración: la concentración y la disciplina van de la mano; debes enfocarte en aquello que deseas lograr y no abrumarte con muchas cosas a la vez, por que pierdes el foco.

Rodearte de personas disciplinadas: es una forma segura de desarrollar tu auto disciplina; siempre será importante rodearse de gente adecuada, cuyos atributos y actitudes positivos sean contagiosos.

Ten a mano las herramientas: disponer del material cerca de tu espacio te evitara cualquier excusa para no hacerlo.

Da pequeños pasos: si te abruma el todo, y es o que no te permite empezar; entonces divídelo en partes más pequeñas, así te vas motivando para seguir.

A veces resulta abrumador ser disciplinado, hasta pareciera que es imposible llevar un a vida de disciplina; así que lo mejor es elegir un aspecto pequeño de la vida y empezar poco a poco.

Finalmente es bueno destacar que ser disciplinado no significa ser rígido, ni que tampoco tengas que sacrificar todos los placeres de la vida; simplemente se trata de elegir con buen criterio tus prioridades.

Ahora que tienes herramientas para ser disciplinado; es el momento de usarlas en pro de que tu día a día no sea una travesía por el desierto, si no una vida con propósitos.