Somatizar: cuando nuestra mente tiene el control.

Somatizar
Somatizar emociones

Somatizar según la real academia española puede definirse como transformar problemas psíquicos en síntomas orgánicos de manera involuntaria; En la actualidad las personas viven corriendo de un sitio a otro, llenas de estrés, con problemas emocionales, además que en nuestro entorno abundan emociones negativas.

Cuando se producen dolores aparentemente inexplicables de abdomen, cabeza, nauseas, vómitos, problemas gastrointestinales pueden ser originados por altos niveles de estrés y/o problemas emocionales.

Somatizar es igual a enfermar.

Entonces, somatización en términos médicos es la aparición de síntomas físicos sin causa aparente; Cuando los problemas emocionales son persistentes o no se expresan y/o resuelven pueden derivar en enfermedades reales como taquicardias, hipertensión entre otras.

Lo realmente importante es saber que hacer para no somatizar o al menos dejar de hacerlo. Primero que nada identificar emociones negativas y sobretodo evitarlas; desgastarse por cosas que nos afectan por mero capricho solo nos roba energía y nos ancla a la negatividad.

Reconocer una emoción negativa de manera consciente nos lleva a buscar una alternativa y seguir. Lo siguiente seria evitar situaciones que nos generen estrés en la medida de lo posible; y aunque no todos lo podemos evitar, al menos ser consciente y afrontar estas situaciones con otra disposición.

Para ello hay muchas herramientas; ejercicios de respiración, meditación, yoga. También nos beneficia tener una vida social, estar con amigos y familia, llevar a cabo actividades en tu tiempo libre es la mejor manera de despejar la mente y liberarse de emociones negativas.

Somatizar
Somatizar, evitalo con yoga

Además estas personas que nos estiman son las indicadas para escucharnos y desahogar tus emociones. Es aconsejable revisar nuestros hábitos; muchas veces por costumbre y actuar de manera automática alimentamos la somatización de las emociones debido a que no la descargamos.

Algunos hábitos como ejercitarse y alimentarse sanamente ayudan a sentirte mejor por dentro y por fuera; Tener contacto con la naturaleza, nos da un respiro y mejora nuestra sensación de bienestar.

Finalmente podemos destacar la importancia que tiene el ser consciente de nosotros mismos, saber que pensamos; e identificar como nos hace sentir eso. Esto en gran medida nos ayudara a controlar la manera en que enfrentamos el día a día.