
Los traumas, en muchos casos, pueden ser tan devastadores como cualquier enfermedad física grave. La diferencia es que no existe una pastilla capaz de borrarlos o atenuar sus síntomas en cuestión de horas. El dolor emocional y los recuerdos intrusivos pueden acompañar a una persona durante años, alterando su bienestar, su sueño y su forma de relacionarse con el mundo. Sin embargo, hoy en día contamos con herramientas terapéuticas respaldadas por evidencia científica que nos permiten intervenir y promover una recuperación real y duradera.
Entre esas herramientas destaca la Desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares, más conocida por sus siglas en inglés: EMDR. Es método validado por múltiples estudios (Driessen et al., 2024; Seok & Kim, 2024), capaz de ayudar a reprocesar recuerdos traumáticos y disminuir el impacto emocional que generan. En nuestro país, ya existen profesionales experimentados que lo aplican, como es el caso de Víctor Cerón, un psicólogo EMDR, socio de la Asociación EMDR España, quien ha desarrollado su labor en el ámbito del trauma y el duelo con un enfoque integrador.
Ahora bien, ya que estás buscando información sobre esto, este artículo lo armé especialmente, para que te vayas totalmente informado, veremos cosas como: qué es la Terapia EMDR, cómo funciona, en qué casos se recomienda, cuáles son sus fases, qué se puede esperar tras una sesión y cuáles son sus beneficios más importantes. El objetivo es que, al final de la lectura, tengas una idea clara y fundamentada de cómo esta terapia puede ayudarte, especialmente si un especialista te la ha recomendado.
¿Qué es el EMDR y cómo funciona para sanar el trauma?
La Terapia EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocessing) fue desarrollada por Francine Shapiro a finales de los años 80. Su fundamento es el Procesamiento adaptativo de la información, un modelo que propone que muchos problemas psicológicos derivan de experiencias traumáticas que no se han procesado correctamente en el sistema nervioso. Dichos recuerdos quedan “atascados” en una red neuronal, acompañados de emociones intensas, sensaciones físicas y creencias negativas sobre uno mismo (Seok & Kim, 2024).
El proceso de EMDR busca reactivar el sistema natural de procesamiento de la mente, utilizando estimulación bilateral (generalmente movimientos oculares guiados, aunque también pueden emplearse sonidos o toques alternados). Este procedimiento, facilita que la persona pueda “revisitar” el recuerdo traumático sin sentirse abrumada, permitiendo que se establezcan nuevas conexiones neuronales y que la carga emocional disminuya (Rasines-Laudes & Serrano-Pintado, 2023).
Aunque su aplicación más conocida es el tratamiento para trauma con EMDR en casos de Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), la investigación ha demostrado su eficacia en otros cuadros como depresión resistente, ansiedad generalizada, fobias y duelo complicado (Driessen et al., 2024). Esto convierte al EMDR en una herramienta versátil que no solo aborda los síntomas, sino que actúa sobre la raíz del problema.
¿Cómo se desarrolla una sesión de EMDR paso a paso?
Una sesión típica de EMDR puede durar entre 50 y 90 minutos, y el número total de sesiones dependerá de la naturaleza del trauma, el tiempo que lleva presente y la respuesta del paciente a la intervención (Seok & Kim, 2024). Y ojo, esto no es un método improvisado: sigue un protocolo bien estructurado y validado por décadas de investigación clínica.
Durante la sesión, el terapeuta (en este caso, un profesional certificado como un terapeuta Algeciras especializado en EMDR) guía al paciente para acceder a recuerdos perturbadores o imágenes mentales que generan malestar. Mientras la persona evoca el recuerdo, se aplica la estimulación bilateral. El objetivo no es borrar el pasado, sino modificar la forma en que se almacena en la memoria, de modo que deje de generar síntomas intensos.
Los pasos generales son:
- Exploración del caso: comprender qué experiencias traumáticas son relevantes y cómo se relacionan con los síntomas actuales
- Preparación: enseñar técnicas de autorregulación para que el paciente pueda afrontar las emociones que surjan
- Reprocesamiento: trabajar con el recuerdo mientras se aplica la estimulación bilateral
- Cierre: asegurarse de que el paciente se siente estable antes de finalizar la sesión.
Es importante mencionarte que el ritmo y la profundidad de cada sesión se ajustan a la tolerancia del paciente. No es necesario revivir todos los detalles del trauma, y la seguridad emocional es siempre la prioridad.
Las 8 fases esenciales de la terapia EMDR
El protocolo estándar del EMDR se compone de ocho fases, cada una con un propósito específico y secuencial (Driessen et al., 2024):
- Toma de historia y planificación del tratamiento: recopilación de antecedentes y definición de objetivos
- Preparación: explicación del método y entrenamiento en técnicas de manejo emocional
- Evaluación: identificación del recuerdo, imagen o creencia negativa que será objeto de la sesión
- Desensibilización y reprocesamiento: uso de movimientos oculares u otra estimulación bilateral para reducir la intensidad emocional
- Instalación de creencia positiva: reforzar una percepción más adaptativa y saludable
- Escaneo corporal: comprobar que no quedan tensiones físicas asociadas al recuerdo
- Cierre: estabilizar al paciente antes de finalizar la sesión
- Re-evaluación: revisar los avances y ajustar el plan en sesiones posteriores.
Este esquema permite un trabajo ordenado y progresivo, evitando que la persona se sienta sobreexpuesta. Además, según la literatura científica, las fases iniciales (1 a 3) son especialmente importantes para establecer un vínculo de confianza y una buena conceptualización del caso (Seok & Kim, 2024).
¿Qué esperar después de una sesión de EMDR?
Tras una sesión de EMDR, las reacciones pueden variar de una persona a otra. Algunos sienten un alivio inmediato, mientras que otros experimentan cansancio o un incremento temporal de recuerdos y sueños relacionados con el trauma. Según los estudios, los efectos positivos suelen mantenerse en el tiempo, aunque la magnitud de la mejora depende de la gravedad del cuadro y del número de sesiones recibidas (Rasines-Laudes & Serrano-Pintado, 2023).
Entre los cambios más comunes después de una sesión se encuentran:
- Disminución de la intensidad emocional ligada al recuerdo
- Cambios en la forma de interpretar lo ocurrido
- Mayor sensación de control y seguridad
- Reducción de síntomas físicos asociados al estrés, como tensión muscular o taquicardia.
Es importante que el paciente siga las recomendaciones del terapeuta y, si surgen reacciones intensas, debe comunicarlo para que puedan ajustar el plan de trabajo.
Beneficios clave del EMDR en la recuperación emocional
Los beneficios de la Terapia EMDR no se limitan a una única área. La evidencia científica, sumada a la experiencia clínica de profesionales como el Psicólogo Algeciras Víctor Cerón, demuestra que este enfoque puede impactar de forma positiva en distintos aspectos de la salud mental y física.

Vamos a revisarlos uno a uno:
1. Reducción del impacto de recuerdos traumáticos
Uno de los logros más significativos del EMDR es disminuir la intensidad con la que los recuerdos traumáticos afectan a la persona. Esto no significa olvidar lo ocurrido, sino modificar la forma en que se almacena y procesa la información, permitiendo que el recuerdo deje de estar asociado a emociones y reacciones fisiológicas intensas (Seok & Kim, 2024).
En este sentido, un terapeuta con certificación EMDR, trabaja siguiendo el protocolo internacional para garantizar que el reprocesamiento sea gradual y seguro. Este proceso facilita que el paciente pueda recordar el evento sin revivirlo emocionalmente, recuperando así una sensación de control sobre su vida.
2. Disminución de ansiedad y estrés
El EMDR ha mostrado efectos positivos en la reducción de síntomas ansiosos, incluso cuando no están directamente vinculados a un trauma único, sino a experiencias acumuladas a lo largo de la vida (Rasines-Laudes & Serrano-Pintado, 2023).
Esto es especialmente útil en personas que viven en un estado de alerta constante, con pensamientos intrusivos o dificultad para relajarse. La desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares ayuda a que el sistema nervioso salga de ese modo de hiperactivación, disminuyendo la tensión corporal y la irritabilidad.
3. Mejora del estado de ánimo y la autoestima
En casos de depresión, especialmente la que no ha respondido bien a otros tratamientos, el EMDR ha demostrado mejoras significativas. Esto se debe a que aborda no solo los síntomas actuales, sino las experiencias pasadas que contribuyen a mantenerlos (Driessen et al., 2024).
Cuando el reprocesamiento modifica las creencias negativas (“soy débil”, “no valgo”), estas se sustituyen por pensamientos más adaptativos, lo que incrementa la autoestima y la confianza personal. Aquí el procesamiento adaptativo de la información cobra todo su sentido: al integrar recuerdos con una perspectiva más saludable, la identidad personal se fortalece.
4. Apoyo en duelos y pérdidas dolorosas
El duelo es un proceso natural, pero a veces puede complicarse y derivar en síntomas prolongados e incapacitantes. El tratamiento para trauma con EMDR puede ser útil para desbloquear emociones y pensamientos que impiden avanzar, especialmente en casos de pérdidas traumáticas o repentinas.
La técnica permite trabajar con imágenes, sensaciones y creencias asociadas a la pérdida, transformándolas de modo que el recuerdo de la persona fallecida pueda estar presente sin generar un dolor insoportable. Un psicólogo con experiencia, como Víctor Cerón, sabe adaptar las sesiones para acompañar este tipo de procesos con sensibilidad y respeto.
Un camino hacia la sanación emocional

La Terapia EMDR es una intervención psicológica que lleva décadas de investigación y por la práctica de expertos como Víctor Cerón, Psicólogo especializado en trauma y duelo, por lo que está plenamente respaldada su eficacia. A través de la desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares, este método ofrece una vía efectiva para reprocesar recuerdos perturbadores y restablecer el equilibrio emocional.
Eso, sí te aclaro que no es un proceso mágico ni instantáneo, pero como te dije, su eficacia está ampliamente documentada. Tanto en casos de tratamiento para trauma, como en ansiedad, depresión o duelo, el objetivo siempre es ayudar a la persona a vivir con mayor bienestar y autonomía.
Así que, sin un profesional te ha recomendado esta terapia, quédate tranquilo o tranquila, que es una excelente recomendación. Y recuerda, con el acompañamiento adecuado, es posible que el dolor del pasado deje de dictar tu presente. El EMDR no borra la historia, pero puede transformar la forma en que la llevas contigo.
Referencias consultadas:
- Driessen, H. P. A., Morsink, S., Busschbach, J. J. V., Hoogendijk, W. J. G., & Kranenburg, L. W. (2024). Eye Movement Desensitization and Reprocessing (EMDR) treatment in the medical setting: A systematic review. European Journal of Psychotraumatology, 15(1), 2341577. https://doi.org/10.1080/20008066.2024.2341577
- Rasines-Laudes, P., & Serrano-Pintado, I. (2023). Efficacy of EMDR in Post-Traumatic Stress Disorder: A Systematic Review and Meta-analysis of Randomized Clinical Trials. Psicothema, 35(4), 385-396. https://doi.org/10.7334/psicothema2022.309
- Seok, J.-W., & Kim, J. I. (2024). The Efficacy of Eye Movement Desensitization and Reprocessing Treatment for Depression: A Meta-Analysis and Meta-Regression of Randomized Controlled Trials. Journal of Clinical Medicine, 13(18), 5633. https://doi.org/10.3390/jcm13185633
- Cerón, V. (s.f.). Psicólogo especializado en EMDR y trauma. Recuperado de https://victorceron.com































