Detección temprana de tortícolis congénita: señales y tratamientos manuales accesibles

Cómo identificar la tortícolis congénita en bebés
La intervención manual especializada en los primeros meses puede corregir la tortícolis de forma segura y eficaz.

La llegada de un recién nacido está cargada de ilusión, pero también de incertidumbres y temores. Durante los primeros meses, es normal que los padres observen con atención cada movimiento, gesto o postura de su bebé. Se preocupan por cómo llora, cómo mueve las manos, cómo duerme, si respira o no respira… y eso es parte del instinto natural de protección.

Ahora bien, aunque muchas de estas inquietudes son pasajeras y propias del aprendizaje, hay señales que conviene observar con un poco más de atención. Por ejemplo, si el bebé siempre gira la cabeza hacia el mismo lado, o mantiene una inclinación persistente del cuello, eso ya no es tan habitual. Podría tratarse de una condición llamada tortícolis muscular congénita (TMC), y aunque su nombre suene complejo, es más frecuente de lo que se suele pensar. Detectar a tiempo estas señales marca una gran diferencia en el desarrollo del bebé. Y es que, cuanto antes se actúe, mayores son las posibilidades de corregir el problema con intervenciones sencillas y no invasivas. En este sentido, el papel de la fisioterapia pediátrica es fundamental.

En ciudades como Ourense, muchas familias tienen la suerte de contar con espacios especializados como la clínica Physiovértex, digno referente en fisioterapia en Ourense, donde se combina la atención profesional con un enfoque cercano y adaptado a las necesidades de cada bebé. El diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado no solo previenen complicaciones a largo plazo, sino que permiten un abordaje más amable y efectivo desde los primeros meses.

En este artículo vamos a explicar qué es la tortícolis congénita y por qué ocurre, cómo reconocerla en los primeros meses de vida, qué tratamientos manuales pueden realizarse en casa bajo supervisión y, sobre todo, cuáles son las señales que obligan a consultar con un fisioterapeuta pediátrico especializado.

Nuestro propósito es que, al finalizar de leer nuestro blog, los padres puedan entender cómo identificar la tortícolis congénita en bebés, actuar con seguridad en casa y saber cuándo buscar ayuda profesional en centros como Physiovértex en Ourense.

¿Qué es la tortícolis congénita y por qué ocurre?

La tortícolis muscular congénita (TMC) es una alteración postural que aparece durante las primeras semanas de vida. Se caracteriza por una inclinación de la cabeza hacia un lado, acompañada de rotación hacia el lado contrario, debido al acortamiento o rigidez de un músculo llamado esternocleidomastoideo (ECM) (Płomiński et al., 2023). Este músculo conecta la base del cráneo con el esternón y la clavícula, y su función es permitir la flexión y la rotación del cuello. Cuando se acorta de forma unilateral, el resultado es lo que los padres suelen describir como “cuello torcido del bebé”.

Estudios recientes confirman que la TMC es la tercera alteración ortopédica más frecuente en recién nacidos, tras la displasia de cadera y el pie zambo, con una incidencia que puede oscilar entre el 0,3 % y el 16 % según la población analizada (Rodríguez-Huguet et al., 2023). Si no se trata de forma precoz, puede derivar en complicaciones como plagiocefalia posicional, asimetrías faciales o retrasos en el desarrollo motor.

Factores prenatales más probables

  • Malposición fetal: la cabeza del bebé puede permanecer apoyada de forma prolongada contra la pelvis materna, generando presión sobre el ECM.
  • Restricción del espacio intrauterino: más habitual en embarazos múltiples o en casos de oligohidramnios (escasez de líquido amniótico).
  • Macrosomía: bebés de gran tamaño que tienen menor libertad de movimiento en el útero.

Factores perinatales y de riesgo

  • Parto vaginal difícil, especialmente en presentaciones de nalgas
  • Traumatismo muscular durante el nacimiento, con formación de un hematoma que después cicatriza con fibrosis
  • Primiparidad: los primeros partos tienen más riesgo debido a la menor elasticidad del canal de parto
  • Mayor peso al nacer y predominio en varones, posiblemente relacionado con el tamaño corporal (Płomiński et al., 2023).

¿Es frecuente la tortícolis congénita?

Como ya vimos, la literatura científica señala que la prevalencia puede variar ampliamente, pero alcanza hasta el 16 % en recién nacidos en algunos estudios. Además, se ha observado asociación con displasia de cadera en un porcentaje significativo de los casos, lo que refuerza la necesidad de un cribado temprano.

Cómo identificar la tortícolis congénita en bebés: señales de alerta tempranas

Saber cómo identificar la tortícolis congénita en bebés es fundamental para que los padres actúen pronto. Según estudios, el inicio del tratamiento antes de los tres meses de vida se asocia con tasas de resolución superiores al 90 % (Zhu et al., 2024).

Las señales tempranas de tortícolis congénita más frecuentes son:

  1. Inclinación de la cabeza hacia un lado, con el mentón rotado hacia el lado contrario
  2. Preferencia postural: el bebé mira casi siempre hacia la misma dirección, tanto despierto como dormido
  3. Masa palpable en el cuello: a veces se nota un bulto firme en el ECM, que aparece entre la segunda y cuarta semana de vida
  4. Plagiocefalia posicional: el cráneo se aplana en un lado debido a la presión constante
  5. Postura en “C” del tronco, con ligera desviación pélvica
  6. Limitación en el rango de movimiento: resistencia al girar o inclinar la cabeza hacia un lado.
  7. Asimetrías faciales incipientes, como diferencia en la altura de orejas u ojos.

Cuando existen dudas, el pediatra o el fisioterapeuta pediátrico pueden solicitar ecografía para confirmar el engrosamiento del ECM.

guía visual para padres tu bebé podría tener tortícolis congénita infografía

Tratamientos manuales accesibles para la tortícolis congénita: lo que puedes hacer en casa

La mayoría de casos de TMC se resuelven con medidas conservadoras. Los padres pueden realizar algunas técnicas sencillas en el hogar, siempre con la instrucción previa de un profesional. Revisiones sistemáticas, señalan que los estiramientos y el posicionamiento ofrecen mejoras significativas en la movilidad cervical, aunque también debo mencionar que lo más recomendable es que, estos ejercicios se practiquen bajo la recomendación de un profesional. 

  • Estiramientos pasivos del ECM:
    • Colocar suavemente la cabeza del bebé hacia el lado contrario de la inclinación
    • Mantener la posición de 10 a 30 segundos
    • Repetir entre 10 y 20 veces por sesión, de 3 a 5 veces al día
    • Hacer pausas breves de 5 segundos entre repeticiones.
  • Posicionamiento y tummy time:
    • Colocar al bebé boca abajo unos minutos varias veces al día, siempre bajo vigilancia
    • Estimular con juguetes o espejos para que gire hacia el lado afectado
    • Alternar los lados de la cuna y de la lactancia para favorecer la simetría.
  • Masajes y movilización de tejidos blandos:
    • Técnicas de masaje suave sobre el ECM, con movimientos rítmicos
    • Algunos estudios sugieren que técnicas como el Tuina pueden reducir el grosor de la masa muscular en semanas (Zhu et al., 2024).
  • Juego activo y estimulación visual:
    • Colocar estímulos llamativos (móviles, luces suaves, juguetes) hacia el lado contrario al acortamiento
    • Incentivar al bebé a girar por sí mismo.
  • Errores que deben evitarse:
    • Forzar el movimiento hasta el dolor
    • Realizar estiramientos bruscos o rápidos
    • Dejar de supervisar al bebé durante los ejercicios.

Cuándo acudir al fisioterapeuta pediátrico: signos que no debes ignorar

Aunque muchos bebés mejoran con medidas domiciliarias, hay señales que sí o sí debes consultar con un especialista en fisioterapia.

Algunos de los signos de alarma son:

  • Persistencia de síntomas tras 4–6 semanas de ejercicios en casa
  • Masa en el cuello que no disminuye con el tiempo
  • Asimetría craneal o facial que empeora
  • Restricción mayor de 15° en la movilidad del cuello
  • Aparición de dolor o irritabilidad al manipular
  • Retrasos en los hitos motores.

En estos casos, el fisioterapeuta pediátrico puede diseñar un plan individualizado con técnicas avanzadas de terapia manual, ejercicios específicos y seguimiento periódico. Si se detecta precozmente, el pronóstico es excelente y en más del 90 % de los casos se evita la cirugía (Sargent et al., 2024).

En Ourense, la clínica Physiovértex ofrece un equipo de profesionales especializados en fisioterapia pediátrica, además de servicios de masajista en Ourense y otros programas que veremos más adelante, lo que garantiza un abordaje integral y adaptado a cada niño y su familia.

Physiovértex: Fisioterapia en Ourense para acompañar el desarrollo saludable de tu bebé

Abordar la tortícolis muscular congénita a tiempo requiere no solo conocimiento, sino también acompañamiento profesional. En Ourense, muchas familias confían en Physiovértex, un centro especializado en fisioterapia, con servicios de primera en pediátrica e infantil que destaca por su enfoque integral, humano y altamente cualificado.

El equipo de Physiovértex cuenta con fisioterapeutas formados específicamente en el tratamiento de bebés y niños, utilizando técnicas suaves, seguras y adaptadas a cada etapa del desarrollo. Desde estiramientos manuales hasta estrategias de posicionamiento y estimulación motora, cada intervención se diseña para ser efectiva y a la vez respetuosa con el ritmo del pequeño.

Además, el trabajo no se queda en la sala de tratamiento. En cada sesión se orienta a los padres con pautas claras y ejercicios sencillos para continuar el cuidado en casa, lo que favorece la adherencia y multiplica los beneficios.

Servicios destacados para los más pequeños:

  • Fisioterapia para tortícolis congénita, plagiocefalia y problemas posturales
  • Atención a retrasos en el desarrollo motor, cólicos del lactante y alteraciones respiratorias
  • Intervención en síndromes genéticos, parálisis cerebral y lesiones deportivas en niños.

Physiovértex no solo trata síntomas: acompaña el crecimiento, previene complicaciones y genera experiencias terapéuticas positivas para los niños y sus familias. Además, si buscas un equipo experto combine ciencia, experiencia y calidez, esta clínica es una excelente elección. Abajo, otros servicios que ofrecen: 

 

  • Osteopata en Ourense: terapia manual integral para recuperar el equilibrio corporal
  • Fisioterapia obstétrica: atención pre y postparto para embarazadas y puérperas
  • Fisioterapia traumatológica: tratamiento de lesiones musculoesqueléticas agudas o crónicas
  • Fisioterapia deportiva: recuperación funcional para deportistas de todas las edades
  • Fisioterapia respiratoria: apoyo en afecciones pulmonares tanto en adultos como en niños
  • Suelo pélvico: reeducación y fortalecimiento para problemas de incontinencia o disfunciones sexuales
  • Masajes terapéuticos y relajantes: técnicas manuales adaptadas a cada necesidad
  • Pilates en Ourense: ejercicio guiado para mejorar movilidad, fuerza y postura
  • Drenaje linfático manual: estimulación del sistema linfático para reducir inflamación y retención de líquidos
  • Servicios de matrona: acompañamiento profesional durante el embarazo y posparto.

Cuellos rectos, desarrollo equilibrado

Detectar pronto la TMC marca la diferencia entre un desarrollo motor fluido y complicaciones que pueden acompañar al niño en el futuro. La evidencia científica es clara: cuanto antes se actúe, mayores son las posibilidades de corrección completa sin recurrir a tratamientos invasivos.

Los padres deben aprender cómo identificar la tortícolis congénita en bebés, aplicar de forma cuidadosa las rutinas domiciliarias y, sobre todo, no demorar la visita al fisioterapeuta pediátrico cuando persisten dudas o señales de alarma. Centros como Physiovértex en Ourense ponen al alcance de las familias profesionales especializados y cercanos, preparados para acompañar el crecimiento saludable de los más pequeños.

Referencias consultadas:

  • Castilla, A., Gonzalez, M., Kysh, L., & Sargent, B. (2023). Informing the physical therapy management of congenital muscular torticollis clinical practice guideline: A systematic review. Pediatric Physical Therapy, 35(2), 190–200. https://doi.org/10.1097/PEP.0000000000000991
  • Płomiński, J., Olesińska, J., Kamelska-Sadowska, A. M., Nowakowski, J. J., & Zaborowska-Sapeta, K. (2023). Congenital muscular torticollis—Current understanding and perinatal risk factors: A retrospective analysis. Healthcare, 12(1), 13. https://doi.org/10.3390/healthcare12010013
  • Rodríguez-Huguet, M., Rodríguez-Almagro, D., Rosety-Rodríguez, M. Á., Vinolo-Gil, M. J., Ayala-Martínez, C., & Góngora-Rodríguez, J. (2023). Effectiveness of the treatment of physiotherapy in the congenital muscular torticollis: A systematic review. Children, 11(1), 8. https://doi.org/10.3390/children11010008
  • Sargent, B., Coulter, C., Cannoy, J., & Kaplan, S. L. (2024). Physical therapy management of congenital muscular torticollis: A 2024 evidence-based clinical practice guideline from the American Physical Therapy Association Academy of Pediatric Physical Therapy. Pediatric Physical Therapy, 36(4), 370–421. https://doi.org/10.1097/PEP.0000000000001130
  • Zhu, J., Li, X., & Chang, W. (2024). Efficacy of non-surgical, non-pharmacological treatments for congenital muscular torticollis: A systematic review and meta-analysis. BMC Musculoskeletal Disorders, 25(1), 1–15. https://doi.org/10.1186/s12891-024-07254-w