Hoy en día no abundan en la dieta de los europeos los alimentos con cereales integrales. A pesar que estos alimentos son una gran fuente de nutrientes y sustancia fitoprotectoras.
El desarrollo industrial alimentario en esta era ha llevado al refinamiento de las materias primas de los mismos. Uno de los objetivos fue, a diferencia de la preparación de alimento artesanal, mejorar ciertos aspectos organolépticos de los alimentos. De esta manera al mejorarle su textura y color los alimentos se consideraban más blancos y más suaves y de mejor calidad. Aunque no se reparó en la pérdida de nutrientes que conlleva ese refinamiento.
Los grupos de alimentos más deteriorados en este sentido son los cereales.
Cereales integrales ¿Cuáles son los beneficios que nos pueden proporcionar?
Conozcamos algunos:
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Los cereales son alimentos con fuentes de nutrientes y sustancias fitoprotectoras. Es algo que no abundan en la dieta europea. Tendría grandes repercusiones en la salud pública si se amplía la variedad y disponibilidad de alimentos con cereales integrales.
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Los cereales tienen un papel protector. Es esencial que los cereales sean un componente en la dieta diaria en toda Europa. Son fuente de carbohidratos, fibra y proteínas y por lo general se usa la parte interna del grano del cereal. Es así que podemos verla en harina blanca refinada en alimentos como: pan, galletas, bizcochos, pastas y cereales de desayuno, bollerías y rebozado de numerosos alimentos precocinados. Hallazgos epidemiológicos proporcionan pruebas del papel protector de los alimentos con cereales integrales con respecto a varias enfermedades como: las enfermedades cardiuvasculares, algunos tipos de cáncer y la diabetes tipo 2. Incluso las mujeres de mediana edad que consumen estos alimentos son más delgadas que las que consumen cereales refinados.
Hay más pruebas de la existencia de otros nutrientes beneficiosos en los cereales integrales que se pierden con el refinamiento. Entre los otros nutrientes que se pierden son: la vitamina E, varias vitaminas del complejo B. Minerales como el hierro, magnesio, zinc y selenio y varias sustancias fitoquímicas protectoras.
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