
Hoy hablamos de algo importante para el futuro de nuestros futbolistas jóvenes: la alimentación. Si estáis aquí, es porque, como un entrenador atento o un padre preocupado, sabes que el talento en el campo no es suficiente sin el combustible adecuado para mantener a nuestros jóvenes deportistas en su mejor versión. Lo mejor de todo es que hoy hay especialistas como University Soccer, que se dedican a optimizar la nutrición deportiva, destacando que el éxito detrás de cada partido comienza en el plato.
En mi experiencia en temas de salud, veo demasiados jóvenes con dudas sobre cómo deben alimentarse para rendir al máximo. ¿Carbohidratos antes de jugar? ¿Proteínas después del partido? ¿Qué hacer con esas ganas incontrolables de pizza después de un gran juego? Si bien aquí encontrarás respuestas, estrategias prácticas y consejos efectivos, lo mejor que que te acerques a un profesional en nutrición.
La base es sencilla: sin una dieta balanceada para jóvenes futbolistas, no hay magia que pueda mantener el cuerpo en forma. Es algo que enseñan los nutricionistas de University Soccer: el cuerpo de un deportista es como un motor de alta gama; darle cualquier cosa que no sea combustible de calidad puede ralentizarlo.
Bases de una alimentación óptima para jóvenes futbolistas
Cuando pensamos en jóvenes futbolistas, es fácil imaginar la intensidad de los entrenamientos, las carreras al límite y esos goles celebrados con pasión. Pero lo que no siempre se ve, es lo que pasa fuera del campo: su alimentación.
La comida no es solo «llenar el tanque», sino una herramienta fundamental para garantizar que puedan rendir al máximo y recuperarse rápidamente. Por eso, es vital entender que cada bocado cuenta y que una dieta bien estructurada puede marcar la diferencia entre una buena temporada y una extraordinaria.
Ahora bien, hablar de nutrición puede sonar complicado, pero no lo es. Piensa en esto como construir una casa: necesitas buenos cimientos (nutrientes esenciales), materiales de calidad (comida real y variada) y mantener todo en orden (hidratarse y comer a tiempo). Con eso en mente, aquí tienes las bases fundamentales para alimentar a un joven deportista como se merece:
- Proteínas, el bloque de construcción del cuerpo: imagina que el cuerpo es una máquina en constante reparación, especialmente después de cada entrenamiento. Las proteínas, presentes en alimentos como pollo, pescado, huevos, y legumbres, son esas herramientas necesarias para reparar los músculos y fortalecer el organismo.
- Carbohidratos, la gasolina del motor: un futbolista no puede correr con un tanque vacío. Los carbohidratos, como el arroz integral, la pasta o las frutas, proporcionan la energía inmediata que necesitan para darlo todo en el campo. Pero cuidado: no todos los carbohidratos son iguales. Es mejor priorizar los complejos (los de absorción lenta) para una energía más estable.
- Grasas saludables, el soporte silencioso: aunque a veces las grasas tienen mala fama, algunas son fundamentales para la salud y el rendimiento. El aguacate, las nueces y el aceite de oliva son ejemplos de grasas saludables que, en las cantidades adecuadas, ofrecen energía sostenida y favorecen procesos esenciales como la absorción de vitaminas.
- Hidratación, el gran olvidado: aquí no hay atajos. Sin agua, los músculos no funcionan correctamente, el rendimiento cae y el riesgo de calambres aumenta. Asegúrate de beber agua regularmente, y en entrenamientos intensos o partidos, incluir bebidas con electrolitos puede ser un salvavidas.
La hidratación adecuada en el fútbol es tan importante como la comida misma. Un cuerpo deshidratado es como un coche sin aceite: no puede funcionar bien. Asegúrate de que tu joven futbolista beba suficiente agua durante el día y, si entrena intensamente, incluye bebidas isotónicas para reponer electrolitos.
Errores comunes en la alimentación de futbolistas jóvenes
Ahora que hemos hablado de las bases para una buena alimentación, conviene detenernos un momento y mirar hacia los tropiezos más habituales. Porque, como siempre digo, hasta los mejores planes pueden torcerse si no estamos atentos a ciertos detalles.
Los jóvenes deportistas, en su entusiasmo y energía, a menudo cometen errores que, aunque parecen pequeños, pueden marcar una gran diferencia en su rendimiento. No te preocupes, identificar estos puntos débiles es el primer paso para corregirlos.
- Saltarse comidas importantes: «No tengo hambre» o «me levanté tarde» no son excusas para omitir el desayuno o cualquier otra comida clave. Cada comida aporta los nutrientes necesarios para mantener la energía y preparar al cuerpo para el esfuerzo físico.
- Consumir alimentos ultraprocesados o chatarra: aunque son tentadores y rápidos, estos alimentos suelen estar cargados de grasas poco saludables, azúcares y aditivos que no aportan nada al rendimiento. Sustitúyelos por snacks más nutritivos como frutas, yogures o frutos secos.
- Excederse en carbohidratos antes de un partido: es cierto que los carbohidratos son importantes, pero más no siempre significa mejor. Una carga excesiva puede causar pesadez y reducir el rendimiento. La clave está en el equilibrio.
- Beber poca agua o solo recurrir a bebidas azucaradas: la hidratación es fundamental, pero no todas las bebidas son adecuadas. El agua debe ser la opción principal, y las bebidas isotónicas solo en actividades intensas o de larga duración.
- No escuchar a su cuerpo: a veces, el hambre o la fatiga son señales de que algo falta en la dieta. Ignorar estas señales puede llevar a deficiencias nutricionales o un rendimiento por debajo de lo esperado.
- Comer de más pensando que ayuda al rendimiento: el exceso de comida no se traduce en más energía; al contrario, puede provocar molestias, lentitud y hasta problemas digestivos.
Planificación alimentaria para días de entrenamiento y partidos

Aclaremos algo, no existe una receta mágica que funcione igual para todos los jóvenes futbolistas. Cada persona es única, y su alimentación debe ajustarse a sus necesidades específicas: su complexión, nivel de actividad y hasta el momento del día en que juega. Pero no te preocupes, lo que te ofrezco aquí no es un molde rígido, sino una guía práctica para entender cómo estructurar las comidas en esos días clave de entrenamiento y partidos. Piénsalo como un mapa: te ayuda a orientarte, pero el camino exacto dependerá de tu situación particular.
Con esto en mente, vamos a dividir el día en momentos estratégicos, para que cada bocado sume al rendimiento de nuestro pequeño campeón. Aquí tienes cómo planificar:
- Antes del entrenamiento o partido: la comida previa es clave para cargar energía. Busca opciones ricas en carbohidratos complejos y ligeras en grasas. Un ejemplo podría ser un bol de avena con frutas o una tostada integral con aguacate. Importante: debe consumirse al menos dos horas antes de la actividad para evitar molestias digestivas.
- Durante la actividad: en sesiones de más de una hora, es útil reponer energía con algo rápido y efectivo. Una pieza de fruta como un plátano o una bebida isotónica en pequeñas cantidades puede marcar la diferencia para mantener la intensidad.
- Después del entrenamiento o partido: aquí entra en juego la recuperación. El cuerpo necesita reparar los músculos y reponer el glucógeno perdido. Una combinación de proteínas y carbohidratos, como un batido de leche y plátano o un sándwich de pollo en pan integral, es ideal.
- Hidratación constante: no olvidemos que la hidratación no se limita a beber agua durante el partido. Es importante mantenerse hidratado antes, durante y después de la actividad para evitar calambres y fatiga.
Los beneficios de una alimentación adecuada en el fútbol juvenil
¿Por qué insistimos tanto en este tema? Porque los beneficios de una alimentación equilibrada van más allá del rendimiento en el campo. Una dieta balanceada para jóvenes futbolistas no solo proporciona energía y mejora la recuperación, sino que también fortalece el sistema inmunológico y reduce el riesgo de lesiones. Inclusive, una alimentación adecuada te puede ayudar a recuperarte de una lesión.
Además, un joven que aprende desde temprano a comer bien desarrollará hábitos que le beneficiarán toda la vida, sino veamos cómo se mantiene Cristiano Ronaldo a sus 39 años.
Y aquí radica la verdadera magia: un cuerpo fuerte, sano y lleno de energía es el mejor regalo que podemos darles a nuestros futuros campeones.
Consejos finales y recetas prácticas
Para cerrar, te dejo algunos consejos prácticos que espero que encuentres útiles:
- Incluye siempre una buena cantidad de vegetales en cada comida. Aportan vitaminas y minerales esenciales.
- No subestimes el poder del descanso: un cuerpo bien alimentado también necesita dormir lo suficiente para recuperarse.
- Planifica con antelación: tener opciones saludables listas te ayudará a evitar tentaciones.
Y para los días en que necesites algo rápido, prueba esta receta:
- Batido energizante post-entrenamiento: mezcla un plátano, 200 ml de leche de almendra, una cucharada de avena y una pizca de canela. Es delicioso, nutritivo y listo en menos de cinco minutos.
Espero que esta guía sobre cómo debe alimentarse un futbolista joven haya resuelto tus dudas y te inspire a aplicar estos principios en el día a día de tus jóvenes deportistas. No olvides que cada detalle cuenta: desde elegir los mejores alimentos ricos en proteínas para deportistas, hasta priorizar la hidratación adecuada en el fútbol.
Un futbolista no se forma solo en el campo, sino también en la mesa.




























