La Dipirona (Metamizol) es un fármaco presente a los AINES “Antiinflamatorios no Esteroideos”. En muchos países es utilizado como un potente analgésico. Se puede encontrar en pastillas o en solución inyectable; es un derivado de la familia de las pirazolonas; que son compuestos químicos que se emplean principalmente para el tratamiento del dolor y la fiebre.
Tiene propiedades antitérmicas, antipiréticas y analgésicas. Ejerce sus efectos sobre el SNC (Sistema Nervioso Central), activando las neuronas para posteriormente enviar un estímulo a la médula espinal y el encéfalo. Los estímulos no solo se dan a nivel neuroespinal, sino también sobre los nervios fuera del arco medular.
Es importante destacar, que los mecanismos de acción de este fármaco son aquellos asociados con el incremento de la síntesis de óxido nítrico. Por este motivo, la contribución analgésica en el organismo es parcial.
Efectos de la Dipirona en el organismo
Esta tiene un efecto antiinflamatorio que se deriva de su inhibición de prostaglandinas proinflamatorias en el sistema periférico. En las dosis usadas terapéuticamente se evidencian efectos analgésico, antipirético y antiespasmódico sobre el efecto antiinflamatorio.
Indicaciones
Regularmente se indica para la fiebre, dolor posoperatorio y postraumático.
Algunas contraindicaciones a considerar
Está contraindicado a pacientes que presentan o presentaron reacciones de hipersensibilidad. Casos como la anafilaxis, ponen de manifiesto dicha reacción. También en pacientes que padecen asma, rinitis alérgica y urticaria, luego de la administración de algún derivado del ácido acetil o paracetamol. Del mismo modo; está contraindicado para los casos de porfiria aguda, deficiencia de glucosa.
Si algún paciente presenta algunos de estos síntomas, la administración del fármaco debe suspenderse de forma inmediata. Debido a los riesgos relacionados con el tratamiento de la Dipirona, deberá valorarse de forma cuidadosa el riesgo-beneficio que puede estar presentando un paciente sometido al tratamiento.
Dados los riesgos asociados al tratamiento, deberá valorarse cuidadosamente el balance beneficio-riesgo del tratamiento en comparación con otras alternativas terapéuticas.