Todo el tiempo que se ha ido hablando de poder gestionar la cantidad de comida que se lleva a la boca, se piensa en sacrificar parte de la vida y estar pasando hambre constantemente.
Sin embargo, se puede conseguir si simplemente se cambian unos pocos hábitos y corregir los errores más comunes que hacen que se coma más de lo que se necesita.
De esa forma, se evitarán los diversos remordimientos posteriores y se conseguirá carga un peso balanceado sin ponerse a dieta.
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Comenzar las comidas con agua
El ingerir un vaso de agua media hora previa antes de cada comida os ayudará a poder activar el sistema digestivo para poder asimilar mejor cada alimento y, asimismo, disminuir un tanto el hambre con el fin de comer con menos desesperación.
De esa manera, se conseguirá impedir el comer muy deprisa o en cantidades enormes, por el que conseguirán comer de forma más pausada, seleccionando alimentos más adecuados al momento.
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Utilizar platos pequeños
Si empiezan a usar platos muy grandes, requerirán el verlo más llenos de comida por razones visuales. En el momento que se come, deben de sentirse satisfechos en cada uno de los sentidos y para impedir comer más de la cuenta.
Con el fin de lograrlo, empezarán a utilizar platos más reducidos, y, de esa manera, lograrán llenarse sin excederse con la cantidad. Es justo lo contrario a la moda de utilizar platos grandes con muy poca cantidad.
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Colocar únicamente vuestra ración
Otro consejo importante para la gestión de cantidad que se consume, radica en servirse únicamente la ración acordada.
Así evitarán el cocinar más de la cuenta siempre que sea factible, como también el llevar la olla o bandeja con más comida a la mesa.
Varias veces se sigue ingiriendo con la misión de no dejar nada o bien es porque el inconsciente requiere culminar con la tarea que se había empezado.
Por esa razón, deben solo servirse la ración que les corresponde y guardar lo que sobre en la nevera, o mejor aún, en el congelador para comer en otro momento.