Aunque muchos lo desconozcan, la historia de la medicina está totalmente ligada a la farmacia. Si bien es cierto, no se tiene total certeza quién fue la primera persona que dedicar su vida a ayudar a sus semejantes en cuanto se encontraban con algún problema de salud, lo que sí sabemos es que desde ese preciso momento, también empezaron a surgir las primeras curas o tratamientos. Por lo que durante el desarrollo de las primeras civilizaciones, el curandero era el mismo que se dedicaba a la fabricación de medicamentos.
Con el avance de la civilización, en las distintas culturas que surgieron, la medicina empezó a tomar vital importancia dentro de la población (por razones más que obvias). Por lo que, los curanderos empezaron a adiestrar a otras personas como apoyo para la producción de remedios y medicinas, usando distintos elementos que encontraban en sus cercanías. Cosa que podríamos enmarcar como el inicio de la farmacología y la medicina como especialidades separadas, pero totalmente relacionadas entre sí.
No cabe duda que el sector farmacéutico en la actualidad ha evolucionado notablemente. Cada día surgen más y mejores tratamientos para todas y cada una de las enfermedades que la humanidad puede padecer. Además, la forma de fabricación, empaquetado y preservación también dista mucho a lo que hablábamos. Hoy prácticamente, cualquier persona tiene acceso a estos medicamentos de manera rápida, a través de las farmacias.
La transformación de las farmacias
Las farmacias de la actualidad, más allá de ser un espacio sanitario dedicada a la dispensación de medicamentos, han adquirido un componente comercial mucho más grande. Tal evolución se deben a dos aspectos fundamentales, la primera es la actual forma de vida de las personas, donde buscan practicidad y soluciones rápidas a sus problemas. Pero también, la competencia comercial que están teniendo, han obligado a transformar el negocio y ofrecer una gran cantidad de servicios y productos que son demandados comúnmente por la clientela tradicional.
Un claro ejemplo de ello, son los servicios de óptica Online ofrecida por Vistafarma, quienes con la ayuda de consultores y profesionales especializados, les han permitido abarcar y sector muy demandado. Así como esta empresa, hay muchas que han transformado la farmacia tradicional, para convertirla en un negocio mucho más amplio, ofreciendo otros tipo de productos de parafarmacia.
Estos dos términos son muy usados últimamente, pero solo pocas personas realmente pueden entender las divergencias entre ellos. Por eso, en este artículo queremos explicarte las principales diferencias entre la farmacia y la parafarmacia.
Diferencias entre la farmacia y parafarmacia
A este punto, no debe resultar extraño para nadie la gran importancia de las farmacias dentro de la sociedad, principalmente por el apoyo a salvaguardar la salud pública. Sin embargo, desde hace unos años cada vez es más frecuente que las personas no solo ingresen a una farmacia a comprar meramente medicamentos. Es allí cuando empezamos a acuñar el término de parafarmacia.
Si bien es cierto, la farmacia y la parafarmacia son negocios muy distintos entre ellos, cada día es más común encontrar estos negocios trabajando en unísono, con el fin de satisfacer las necesidades actuales de los clientes.
Para entender las diferencias entre la farmacia y la parafarmacia, vamos a definir cada uno por separado, mostrando las características de cada uno de esos negocios.
¿Qué es y para qué sirve la parafarmacia?
La parafarmacia es un local comercial o una tienda donde se distribuyen al detal una serie de productos medicinales que no requieren ningún tipo de prescripción o receta médica, además estos no necesitan que sean dispensados por un técnico en farmacia.
En términos simples, la parafarmacia es un negocio donde podemos encontrar una gran cantidad de productos sanitarios, de higiene y algunos medicamentos de libre distribución. Por ejemplo, podemos encontrar desde todo tipo de complejos vitamínicos, toallas sanitarias, jabón, cremas hidratantes, productos de belleza y cuidado de la piel, pañales y mucho más. Por ejemplo, podemos comprar productos de la Roche Posay en Vistafarma.
Los productos distribuidos por esa marca, son posiblemente el mejor ejemplo de parafarmacia. Se trata de productos de belleza fabricados por un laboratorio especializado, por lo que no pueden ser distribuidos o dispensados en una tienda cualquiera, sino que deben tener una serie de permisos sanitarios especiales.
Características de la parafarmacia
- Distribuyen medicamentos que no necesitan prescripción médica
- Se venden productos de higiene personal y relacionados con la salud
- No necesitan un técnico en farmacia para la dispensación de productos
¿Qué y para qué sirve la farmacia?
El término farmacia posiblemente sea más reconocido por la mayoría. No obstante, la farmacia como tal es un ciencia (así como lo mencionamos al principio), que está totalmente relacionada con la medicina. Los farmacéuticos son los encargados de la preparación, almacenamiento, presentación y distribución de los medicamentos.
Hoy pocas farmacias continúan fabricando sus propias medicinas y ungüentos curativos, sino que la mayoría, solo almacena y distribuye medicamentos con y sin recetas, así como cualquier otro artículo relacionado directamente con la salud. Además, hemos de mencionar que es importante que estos espacios cuenten con un especialista para el consejo farmacéutico sobre el uso correcto de los productos allí dispensados.
Características de la farmacia
- En un principio era el lugar de fabricación, almacenamiento y dispensación de medicamento. Actualmente, solo muy pocas siguen creando sus propias preparaciones.
- Venden desde productos delicados que requieren receta, hasta medicamentos sin prescripción
- Necesitan un técnico en farmacia para la dispensación
Como hemos visto, las diferencias entre la farmacia y la parafarmacia radican principalmente en la distribución de productos con receta o sin ella. Sin embargo, hoy en día es muy común encontrar ambos negocios en uno solo, debido a los factores sociales antes mencionados.