Junto a los misterios anatómicos femeninos aparecen las invenciones en torno a el orgasmo femenino.
“El sexo forma parte de la naturaleza. Y yo me llevo de maravilla con la naturaleza”, decía la bella y sensual Marilyn Monroe.
Tal vez, por ser tan natural, ha supuesto un enigma para el ser humano, que ha gozado durante siglos de la actividad sexual sin desgranarla. Sin embargo, y en claro contraste con la Marilyn moderna, exuberante, y sin dificultades para reclamar su amor por el sexo; la historia ha abandonado intencionadamente el sexo de la mujer, que ha sido durante mucho tiempo un objeto sexual a gracia del varón.
En épocas pasadas la histeria femenina era una enfermedad considerada una patología femenina que se aliviaba con lo que para entonces llamaban un breve masaje en el clítoris y en la actualidad llamaríamos, sin rodeos, masturbación. El médico terminaba padeciendo de una rigidez en los tendones de la mano; por ello se inventa el vibrador, que calmaba sorprendentemente esa histeria femenina.
Actualmente, sabemos que la histeria no es una enfermedad y que los mecanismos del vibrador no son mágicos.
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El orgasmo femenino y sus misterios
¿Cuántos tipos de orgasmos hay? ¿Cómo son? ¿Es lo mismo la estimulación vaginal que la del clítoris?
Siempre se ha hablado que existen dos tipos de orgasmos. El que se origina mediante la estimulación externa del clítoris; y el surge como resultado de la penetración vaginal. A pesar de la teoría general de que existe un solo tipo de orgasmo femenino, existen dos, y funcionan de diferente forma.
Los ginecólogos franceses, Buisson y Jannini, escanearon a tres voluntarias sanas. Se les midió la variación en la sangre para descifrar cómo se mueven sus órganos sexuales según la distinta estimulación que reciban. A las voluntarias se les pidió que se estimulasen manualmente en la zona externa del clítoris; y, después, recurriendo a la penetración vaginal con un tampón húmedo. Ambas acciones se estudiaron con la finalidad de calcular los cambios en los patrones de flujo sanguíneo, para establecer cómo responde el clítoris y cómo la vagina.
Lo que el análisis concluyó es que existe una diferencia funcional en los orgasmos, dependiendo del tipo de contacto. Los ginecólogos piensan que sólo la punta del clítoris responde a la estimulación externa, mientras que el clítoris completo y la vagina los que responden a la estimulación vaginal.