Al estimular adipocitos o las células grasas ubicados en el interior de los huesos suprimen las células de la leucemia cancerosa. Los científicos indujeron la regeneración de células sanguíneas sanas al mismo tiempo como sorpresa de los investigadores.
¿En qué consiste la leucemia?
Para quienes tienen leucemia mieloide aguda es crítica la producción de glóbulos rojos sanos. Se puede pasar en alto porque los tratamientos convencionales se enfocan en matar las células de la leucemia solo.
Los pacientes con esta enfermedad sufren de anemia e infección como consecuencia al fracaso en la producción de sangre saludable. Debido a esto es causa principal de hospitalización y muerte por la enfermedad.
Este es un enfoque que permite observar de forma diferente la leucemia. En este caso la médula ósea se considera como un ecosistema y no de una manera tradicional de estudiar y matar a las células enfermas.
Así lo explica Allison Boyd, quien es la primera autora del estudio investigadora postdoctoral del Instituto de Investigación. Los enfoques tradicionales no han brindado suficiente opciones terapeutas para los pacientes. El tipo de atención para este enfermedad ha sido el mismo desde hace varias décadas añadió Allison Boyd.
Un fármaco antidiabético ayuda a estimular adipocitos
Se hizo un estudio detallado comparando imágenes de las células de leucemia individuales con las células sanas en la médula ósea. De esta manera reveló los efectos de centrarse en las células grasas. Se usó un fármaco que comúnmente es usado para moderar la diabetes que fomenta la producción de células grasas en la médula ósea. Los investigadores descubrieron que ayuda en la fabricación de glóbulos rojos y así a suprimir la enfermedad leucémica.
Se adoptó un enfoque diferente que cambia el entorno en la que viven las células cancerosas. Explicó el director del equipo de investigación, Mick Bhatia quien trabaja en McMaster y el Instituto de Investigación del Cáncer. Con esto no solo se eliminó las células cancerosas “malas” sino que también reforzó las células “buenas”. En consecuencia permite regenerarse en el nuevo entorno inducido por los fármacos.
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