
Los ensayos clínicos son el pilar sobre el que se asienta la medicina moderna. Sin ellos, ningún tratamiento llegaría a la población con garantías de eficacia y seguridad. Pero, a pesar de su importancia, aún existe confusión sobre su funcionamiento. Muchos pacientes y estudiantes de medicina desconocen las etapas por las que pasa un fármaco antes de ser aprobado o los rigurosos controles a los que se somete cada nuevo tratamiento.
Entender las fases de un ensayo clínico permite conocer mejor el desarrollo de la ciencia médica. Desde la seguridad inicial hasta la comparación con tratamientos ya establecidos, cada paso tiene un propósito fundamental. En este artículo, te explicaré con detalle cada una de estas fases, desmitificaré algunos conceptos erróneos y proporcionaré información interesante para quienes estén buscando información para participar en un ensayo.
También, analizaré el papel de los ensayos clínicos en la aprobación de fármacos, su regulación en España y la importancia de la seguridad en ensayos clínicos.
¿Cómo se desarrollan los ensayos clínicos?
Como debemos imaginar, el desarrollo de un nuevo medicamento es un proceso complejo que puede tardar más de una década en completarse.
Antes de llegar a la fase de estudio en humanos, un tratamiento debe pasar por años de investigación en laboratorio y pruebas preclínicas en células y modelos animales. Una vez superadas estas primeras barreras, comienza el proceso de validación en humanos mediante las diferentes fases de un ensayo clínico.
Claro que, en ocasiones especiales, se tiene que adelantar el proceso. Un claro ejemplo de esto lo vivimos durante la pandemia de COVID-19. Debido a la urgencia de encontrar una vacunas en el menor tiempo posible, las agencias reguladoras establecieron procedimientos acelerados para los ensayos clínicos en la aprobación de fármacos.
En circunstancias normales, el desarrollo de una vacuna puede tardar entre 10 y 15 años. Sin embargo, en el caso del COVID-19, vacunas como las de Pfizer-BioNTech y Moderna fueron aprobadas en menos de un año. ¿Cómo fue esto posible sin comprometer la seguridad en ensayos clínicos?
- Superposición de fases: en lugar de esperar a completar cada fase antes de iniciar la siguiente, se realizaron estudios en paralelo. Por ejemplo, las fases 1 y 2 se desarrollaron simultáneamente para ganar tiempo sin omitir pasos esenciales.
- Inversión masiva: Gobiernos y entidades privadas financiaron la producción de vacunas antes de que fueran aprobadas. Esto permitió que, una vez obtenidos los resultados positivos, la distribución fuera inmediata.
- Grandes ensayos clínicos: mientras que en un ensayo clínico convencional las fases 2 y 3 pueden tardar años en reclutar participantes, en el caso del COVID-19 se lograron inscribir decenas de miles de voluntarios en tiempo récord.
- Regulación flexible pero estricta: la FDA y la EMA implementaron procedimientos de “autorización de uso de emergencia”, lo que permitió el acceso temprano a las vacunas sin comprometer la evaluación rigurosa de los datos.
Esto no significa que las vacunas se aprobaran sin pruebas suficientes. Al contrario, los datos fueron revisados con la misma exigencia que cualquier otro medicamento, pero utilizando metodologías que permitieron reducir los tiempos administrativos y de producción sin comprometer la seguridad de los participantes.
Cada ensayo clínico está estrictamente regulado y supervisado por organismos internacionales como la FDA (Food and Drug Administration) en EE. UU., la EMA (Agencia Europea del Medicamento) en Europa y la AEMPS (Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) en nuestro país. Todas estas agencias buscan garantizar que los estudios cumplan con normas éticas y científicas rigurosas, asegurando que solo los tratamientos que demuestran eficacia y seguridad lleguen a la población general.
Las fases de un ensayo clínico paso a paso
A continuación, os escplicaré cada una de las fases de un ensayo clínico, detallando su función, número de participantes y los criterios que se evalúan en cada etapa.
Fase 0: Estudios exploratorios iniciales
Esta fase es poco común y solo se lleva a cabo en ciertos ensayos. Se realizan con un número reducido de voluntarios (menos de 20) y su objetivo es determinar cómo se comporta el fármaco en el cuerpo humano en dosis extremadamente bajas. No busca evaluar su efectividad, sino recopilar datos preliminares sobre su seguridad.
Fase 1: Seguridad y dosis en voluntarios sanos o pacientes
Es el primer paso para probar un medicamento en humanos. Se administra a un pequeño grupo de entre 20 y 100 personas, generalmente voluntarios sanos, aunque en casos de enfermedades graves como el cáncer, se prueban directamente en pacientes.
En esta etapa, se estudian:
- Seguridad en ensayos clínicos: se observan los efectos adversos y toxicidad del fármaco.
- Farmacocinética y farmacodinámica: cómo se absorbe, distribuye, metaboliza y excreta el fármaco.
- Dosis óptima: se determina qué cantidad es segura para avanzar a la siguiente fase.
Solo el 70% de los tratamientos superan esta etapa.
Fase 2: Eficacia en grupos reducidos
Aquí se comienza a evaluar si el medicamento es efectivo para tratar la enfermedad en cuestión. Se realiza en grupos de entre 100 y 300 pacientes y suele durar hasta dos años.
Se comparan diferentes dosis para identificar cuál ofrece el mejor equilibrio entre eficacia y seguridad. También se sigue vigilando la seguridad en ensayos clínicos y se ajustan las condiciones del estudio antes de pasar a una fase más amplia.
Fase 3: Comparación con tratamientos estándar y aprobación
Es la fase definitiva antes de que un medicamento pueda salir al mercado. Se realiza en miles de pacientes y suele durar entre 3 y 5 años.
Aquí se compara el nuevo tratamiento con los estándares existentes para verificar si realmente aporta un beneficio adicional. Estos ensayos son aleatorizados y controlados con placebo en muchos casos, lo que significa que algunos pacientes reciben el tratamiento y otros un placebo sin saberlo, garantizando así resultados objetivos.
Si los resultados son positivos, el medicamento se presenta ante las agencias reguladoras (EMA, FDA, AEMPS), que decidirán su aprobación y comercialización.
Fase 4: Seguimiento post-comercialización
Incluso después de su aprobación, un medicamento sigue bajo estudio. En la fase 4, se monitoriza su uso en la población general para identificar posibles efectos adversos a largo plazo y evaluar su rendimiento en condiciones reales.
Ejemplo: el caso de la rofecoxib (Vioxx), un antiinflamatorio retirado del mercado tras descubrirse efectos secundarios graves que no se habían detectado en las fases previas.
¿Por qué participar en un ensayo clínico?
Los ensayos clínicos además de ser beneficiosos para la ciencia, también los son pacientes que participan en ellos . En muchos casos, son la única opción para acceder a tratamientos innovadores que aún no están disponibles en el mercado.
Sin embargo, existen numerosos mitos en torno a los ensayos clínicos. Muchas personas creen que son peligrosos o que los pacientes son tratados como “conejillos de indias”. Nada más lejos de la realidad.
Como se explica en nuestr artículo de sobre mitos en ensayos clínicos, estos estudios siguen protocolos estrictos y son supervisados por comités de ética.
Ensayos clínicos en España: ¿Cómo participar?
España es uno de los países líderes en ensayos clínicos en Europa, gracias a su infraestructura médica y a la implicación de hospitales y centros de investigación.
Los pacientes interesados en participar pueden consultar bases de datos como:
- REec (Registro Español de Estudios Clínicos): gestionado por la AEMPS.
- EudraCT: base de datos europea de ensayos clínicos.
Como hemos visto, los ensayos clínicos son el único camino para garantizar que los tratamientos sean efectivos y seguros. Cada fase del proceso tiene un propósito específico, desde la evaluación inicial de seguridad hasta su uso en la población general.
Para los pacientes, participar en un ensayo clínico puede significar el acceso a tratamientos innovadores. Para la ciencia, es la única forma de avanzar.
Si alguna vez te has preguntado cómo llegan los medicamentos a las farmacias o por qué el desarrollo de un fármaco lleva tantos años, ahora tienes la respuesta: es un proceso largo, meticuloso y, sobre todo, diseñado para priorizar la seguridad de quienes los recibirán.
































