No tienes que ser feliz siempre, suelta esa creencia

Libérate, no tienes que ser feliz siempre

No tienes que ser feliz siempre. Es posible que conozcas a alguien así. Podemos analizar lo extraordinario de este comportamiento. Aquellos a los que todo les parece maravilloso, esos supuestos personajes positivos que creen vivir únicamente en una situación optimista, donde sobran las sonrisas y los pensamientos irreales positivos.

Esta es considerada una dictadura del positivismo impuesta en nuestra sociedad. Y con el apoyo de especialistas podemos analizar las caras reales de este comportamiento. Las más oscuras, por que si tienen caras oscuras.

Es necesario tratar de comprender, si acaso es posible ser felices siempre. ¿Qué es ser positivo? ¿Se fuerzan esos pensamientos optimistas y alegres para prevalecer ante escenarios de dificultad? ¿Es sonreír por 12 horas seguidas? Algunos especialistas explican algunas de estas interrogantes.

No tienes que ser feliz siempre

Positivismo eterno, ¿es el estado perfecto?

El positivismo es algo efímero. Pensar de modo positivo consigue aliviarnos de momento. Y es muy atrayente poseer en nuestras manos la solución para lo que precisamos. Puede que en ciertos casos sea la herramienta perfecta para superar un inconveniente, pero no es una herramienta para todos.

Ser positivo, no es malo ni bueno. Lo importante es comprender qué alcances posee y cómo orientarlo de manera que nos ayude a enfrentar la realidad actual apropiadamente.

Sin embargo, cuando estamos bombardeados con toda clase de invitaciones para practicar el positivismo sin límite ninguno, no es lo más recomendable para alcanzar ese “estado ideal”. Recuerda no tienes que ser feliz siempre.

Es importante tener presente que no existe un estado ideal, poseemos emociones que suben o bajan según recibimos información bien sea del interior como del exterior. Y cuando nos saturamos de aparente bienestar y confianza, lo que hacemos es obstaculizar esa fuente de información, y de ningún modo sabremos cómo estamos y que necesitamos objetivamente.

Es indudable que actualmente recibimos numerosas presiones para creer solo en el lado bueno de la vida. No obstante, todas nuestras emociones desempeñan una función y si nos empeñamos en deponer emociones negativas estaremos privándonos de una información fundamental para aprender y progresar en todos los instantes, no solo los bonitos, también los difíciles de nuestras vidas.

No podemos afrontar la tristeza con un falso optimismo, ¿Por qué? La tristeza nos favorece, esta nos lleva a un espacio para cuidarnos y permitir que nos cuiden durante el sufrimiento. Pretender eliminar esto tendrá, sin duda, una consecuencia negativa en nuestra salud.

Esta ilusión de falso positivismo subsiste un tiempo, y en algún momento nos hallaremos precisando de una vida ficticia para cubrir heridas reales que no están siendo atendidas de la manera correcta. Debemos regalarle a nuestro organismo y a nuestra mente la verdad de lo que sentimos, y que ella se encarga de curarnos con sus herramientas innatas.

(También puedes leer: Las emociones y los pensamientos, sus efectos en nuestro cuerpo).