
Radioterapia guiada por imagen: ¿Qué es exactamente y por qué es revolucionaria?
En los últimos años, la ciencia y la tecnología nos están ofreciendo buenas noticias en nuestra lucha contra el cáncer, desarrollando nuevas y más precisas herramientas que no solo mejoran la eficacia de los tratamientos, sino que también reducen los efectos adversos que tanto preocupan a los pacientes y sus familias. Una de estas maravillas médicas se llama radioterapia guiada por imágenes, una técnica sofisticada pero profundamente humana en su intención: atacar con alta precisión las células tumorales y, al mismo tiempo, proteger al máximo el tejido sano circundante.
Esta modalidad, también conocida por sus siglas en inglés como IGRT, representa un antes y un después en la radioterapia moderna. Pues más allá de ser un importante avance técnico, es realmente un cambio de paradigma que permite a los oncólogos administrar dosis más efectivas con menos daño colateral. Imagina tener una linterna médica que ilumina exactamente donde está el tumor en cada sesión, incluso si ha cambiado un poco de sitio debido a la respiración o a modificaciones internas. Eso es lo que permite la IGRT: ver con claridad y actuar con precisión.
En este artículo vamos a responder preguntas bastante frecuentes que tienen tanto pacientes como familiares, como por ejemplo: ¿Qué es la radioterapia guiada por imágenes?, cómo funciona, qué tecnologías utiliza, cuáles son sus beneficios y qué implicaciones tiene para pacientes y centros de salud.
¿Qué es la radioterapia guiada por imágenes?
Para quienes escuchan este término por primera vez, la radioterapia guiada por imágenes, o simplemente IGRT, es una forma de radioterapia de altísima precisión que utiliza tecnología de imagen médica en oncología para visualizar el tumor antes y durante cada sesión de tratamiento. Con imágenes como tomografías computadas (TAC), resonancias magnéticas o rayos X, se localiza con precisión milimétrica el tumor, y se ajusta en tiempo real la posición del paciente o el ángulo del haz de radiación para garantizar que la dosis llegue exactamente al blanco deseado.
Esto es vital en aquellos casos donde los tumores están cerca de estructuras críticas como el corazón, la médula espinal, el cerebro o los intestinos. Es decir, lo que conocemos como tumores móviles y órganos críticos. En estas situaciones, la precisión no es un lujo, es una necesidad médica.
La IGRT se realiza con aceleradores lineales con CBCT, una tecnología que integra la capacidad de emitir radiación con la de adquirir imágenes tridimensionales (cone beam CT) del paciente justo antes de cada sesión. Esta integración garantiza que, aunque el tumor se haya desplazado ligeramente entre sesiones o dentro del mismo día por cambios anatómicos, la radiación se administre en el sitio exacto, protegiendo al máximo el tejido sano y aumentando la eficacia del tratamiento (RadiologyInfo, 2024; Mayo Clinic, 2025).
¿Cómo funciona la IGRT paso a paso?
Para entender cómo funciona bien esta técnica, vamos a desglosar su funcionamiento clínico en pasos simples:
- Simulación inicial: antes de iniciar el tratamiento, se realiza una sesión de simulación que puede durar entre 2 y 4 horas (Memorial Sloan Kettering, s.f.). En esta cita se toman imágenes de referencia como TAC o RMN y se marcan puntos en la piel o se implantan pequeños objetos radioopacos llamados marcadores fiduciarios.
- Alineación diaria con imágenes: en cada sesión diaria de tratamiento, se adquieren nuevas imágenes del paciente en la posición exacta de radiación. Estas imágenes se comparan con las obtenidas en la simulación.
- Corrección de posición en tiempo real: si se detectan discrepancias por respiración, digestión, o simplemente por movimientos naturales del cuerpo, el equipo médico puede ajustar inmediatamente la posición del paciente o la dirección del haz.
- Administración del tratamiento: una vez confirmada la correcta localización del tumor, se procede a la radiación, con plena seguridad de que el haz impactará exactamente donde se desea.
Este proceso es altamente controlado y meticuloso. En comparación con la radioterapia convencional, puede requerir unos minutos adicionales por sesión, pero los beneficios en precisión lo justifican con creces. Estudios han demostrado que, al utilizar IGRT, se pueden administrar dosis más altas de radiación con menores riesgos, algo fundamental en oncología moderna (Anghel et al., 2023).
Las tecnologías que hacen posible la precisión milimétrica
El corazón tecnológico de la IGRT es el acelerador lineal con CBCT, pero este sistema se complementa con otras tecnologías que aumentan su exactitud. Vamos a puntualizar cada una de ellas:
- Resonancia magnética integrada (MRI-Linac): esta tecnología combina en un solo aparato la resonancia magnética de alta resolución con el acelerador lineal, permitiendo visualizar tejidos blandos en tiempo real durante el tratamiento.
- Rayos X 2D/3D y ultrasonido: útiles para verificar estructuras óseas y tejidos más superficiales. Se emplean como complemento según el tipo y localización del tumor.
- Marcadores fiduciarios y transpondedores electromagnéticos: pequeños implantes que permiten “ver” el tumor incluso cuando no es claramente visible en la imagen. Sirven como referencia interna para aumentar la precisión.
Gracias a esta tecnología, podemos tratar de forma segura y eficaz tumores móviles y órganos críticos, como los de pulmón, próstata, páncreas o hígado. El ajuste dinámico y diario que proporciona la IGRT se traduce en mayor protección para el paciente y mejores resultados clínicos.
El secreto de la protección del tejido sano en IGRT
La gran promesa de la radioterapia guiada por imágenes no es solo destruir células tumorales, sino hacerlo con el mínimo impacto posible sobre los tejidos sanos. ¿Cómo lo logra? Sencillamente, mediante la verificación continua de la posición del tumor antes de cada sesión, permitiendo ajustes en tiempo real que aseguran que la dosis de radiación solo alcance el blanco deseado.
Esto tiene una implicación directa en el tamaño del margen de seguridad que rodea al tumor, lo que en oncología se conoce como PTV (volumen objetivo planificado). En radioterapia convencional, ese margen es más amplio por la incertidumbre en la localización del tumor.
Esto mejora notablemente los resultados clínicos, pero también disminuye de forma tangible los efectos secundarios de la radioterapia. Menor afectación de órganos como el recto, vejiga, médula espinal o intestinos significa menos náuseas, fatiga, diarrea, irritación o complicaciones a largo plazo. La IGRT permite incluso aplicar tratamientos más intensos en menos tiempo (hipofraccionamiento), acortando el proceso sin aumentar la toxicidad (Mayo Clinic, 2025; RadiologyInfo, 2024).
¿Cuánto dura una simulación de radioterapia guiada por imagen?
El proceso de simulación es un momento clave para todo paciente que inicia IGRT. Porque además de tomar la imagen, también se diseña la estrategia terapéutica personalizada y precisa. En términos prácticos, la simulación puede durar entre 2 y 4 horas, dependiendo del tipo de tumor, su localización y las tecnologías requeridas (Memorial Sloan Kettering, s.f.).
Durante esta fase se realiza:
- La obtención de imágenes de referencia (TAC, RMN, o PET)
- La fijación del paciente en la postura de tratamiento, a menudo con máscaras o moldes
- La implantación de marcadores fiduciarios si se requiere
- La definición del volumen tumoral y márgenes.
Este tiempo invertido en la preparación para la radioterapia, tiene un retorno inmenso en forma de seguridad y precisión durante todo el tratamiento. Es en esta simulación donde se calcula cada milímetro de movimiento, se anticipa la posición del tumor en función de la respiración o la digestión, y se define cómo se adaptará el tratamiento si el tumor cambia de tamaño o forma.
Este paso, aunque a veces resulte largo para el paciente, es crucial. La calidad del tratamiento diario depende en gran medida de la calidad de esta planificación inicial.
Ventajas clínicas, terapéuticas y humanas de la IGRT
Las principales ventajas de la IGRT son:
- Precisión milimétrica: gracias a la imagen diaria, se evita irradiar zonas innecesarias
- Mayor dosis con menor riesgo: al confirmar que el tumor está exactamente donde debe, se pueden aplicar dosis más altas con menos toxicidad.
- Menos efectos secundarios de la radioterapia: reducción tangible de náuseas, diarrea, fatiga o daño a órganos vecinos.
- Adaptación al movimiento del tumor: en tumores móviles, como los de pulmón, hígado o próstata, la IGRT ajusta el haz a cada desplazamiento.
- Monitoreo en tiempo real: si el tumor cambia de forma, el plan puede adaptarse de inmediato.
En tumores difíciles, como aquellos ubicados junto a órganos críticos o en zonas anatómicas móviles, esta técnica ofrece una ventaja realmente importante. Es por eso que se está convirtiendo en la norma en radioterapia moderna, especialmente cuando se combinan técnicas como la IMRT o la SBRT (Anghel et al., 2023; RadiologyInfo, 2024).
A nivel humano, estas ventajas se traducen en algo simple y poderoso: más posibilidades de curación y recuperación, con menos sufrimiento.
Implicaciones técnicas y organizativas de la radioterapia guiada por imagen
Ahora bien, todo lo que hemos mencionado también tiene implicaciones logísticas importantes. Implementar la IGRT en un centro de salud requiere:
- Equipamiento avanzado, como aceleradores lineales con CBCT o sistemas MRI-Linac
- Personal altamente capacitado en física médica, imagenología y planificación radioterápica
- Protocolos clínicos que incluyan evaluación diaria de imágenes, ajustes en tiempo real y validación de datos.
Cada sesión diaria incluye un tiempo adicional (en comparación con la convencional) para posicionar correctamente al paciente, adquirir imágenes, analizarlas y aplicar correcciones antes de emitir la radiación. Esto significa una mayor carga de trabajo para los equipos, pero con un retorno clínico enorme (RadiologyInfo, 2024).
Desde el punto de vista económico, también implica una mayor inversión inicial. Sin embargo, los estudios muestran que esa inversión se compensa por una menor toxicidad, menos complicaciones y mejores resultados terapéuticos (Anghel et al., 2023).
Una medicina que ve, piensa y cuida

Cuando hablamos de avances médicos que realmente marcan la diferencia, la radioterapia guiada por imágenes es un ejemplo rotundo. No es solo tecnología sofisticada; es una manera más inteligente y empática de tratar el cáncer. La posibilidad de observar con detalle lo que ocurre dentro del cuerpo antes de cada sesión permite actuar con delicadeza, con intención y con respeto por lo que está sano.
Lo más admirable de esta técnica es que, sin aumentar el sufrimiento ni prolongar innecesariamente los tratamientos, consigue ser más efectiva. Nos enseña que precisión también es sinónimo de cuidado, que menos daño no significa menos eficacia, y que mirar con atención siempre será el primer paso para curar con respeto.
En un momento tan delicado como lo es enfrentar una enfermedad oncológica, saber que existen herramientas que cuidan tanto como tratan, es un alivio profundo. Esa es, quizá, la mayor victoria de la ciencia médica actual.
Referencias consultadas:
- Anghel, B., Serboiu, C., Marinescu, A., Taciuc, I.-A., Bobirca, F., & Stanescu, A. D. (2023). Recent advances and adaptive strategies in image guidance for cervical cancer radiotherapy. Medicina (Kaunas), 59(10), 1735. https://doi.org/10.3390/medicina59101735
- Mayo Clinic. (2025, 15 de enero). Radioterapia guiada por imágenes. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/tests-procedures/image-guided-radiation-therapy/about/pac-20385267
- Memorial Sloan Kettering Cancer Center. (s. f.). Radioterapia guiada por imágenes. https://www.mskcc.org/es/cancer-care/patient-education/image-guided-radiation-therapy
- Radiological Society of North America (RSNA). (2024, 14 de octubre). Radioterapia guiada por imágenes (IGRT). RadiologyInfo. https://www.radiologyinfo.org/es/info/igrt




























