
Estamos acostumbrados a ir al médico para tratar un padecimiento en específico, pero pocas veces se analiza la raíz de la dolencia. Muchas veces se ponen parches al dolor sin mirar más allá, cuando lo importante es entender qué lo provoca. En este punto entra en juego la osteopatía, un enfoque que busca devolver el equilibrio al cuerpo sin limitarse solo a calmar un síntoma concreto.
El dolor musculoesquelético, como la lumbalgia, la rigidez en el cuello o los problemas de rodilla, condiciona la vida diaria. A veces aparecen tras un esfuerzo mal hecho, otras por pasar demasiadas horas sentado frente al ordenador. Aquí surge la duda: ¿Qué especialista puede ayudar más? Un osteópata ofrece una alternativa interesante y, según la evidencia, eficaz para reducir molestias y mejorar la función. Incluso problemas tan molestos como la ciática se pueden beneficiar de un tratamiento para la ciática basado en técnicas osteopáticas, disminuyendo el uso de fármacos y aportando alivio de forma natural (American Osteopathic Association, 2023).
En este artículo vamos a entender qué hace un médico osteópata, qué técnicas utiliza y, sobre todo, qué lesiones trata un osteópata con respaldo científico. Nos detendremos en cada una de las dolencias más habituales, explicadas de manera sencilla, y compararemos su labor con la de un fisioterapeuta para que sepas cuándo acudir a uno y cuándo al otro.
¿Qué es un médico osteópata?
Un médico osteópata, también llamado Doctor en Medicina Osteopática (DO), es un profesional sanitario con formación médica completa, equiparable a la de cualquier otro médico con licencia plena. La diferencia está en su visión. Mientras otros especialistas tienden a centrarse en una zona o un síntoma concreto, el osteópata busca integrar el cuerpo como un todo, valorando la interacción entre músculos, articulaciones, nervios y también la influencia de la mente y el entorno (American Osteopathic Association, n.d.).
Este enfoque holístico significa que no se queda en el dolor localizado, por ejemplo, en la espalda baja, sino que trata de entender qué factores lo han desencadenado. Puede que el origen esté en una mala postura, en el sedentarismo, en el estrés acumulado o en la falta de movilidad articular. Desde esa perspectiva, el osteópata propone intervenciones manuales que devuelvan la armonía al cuerpo y prevengan recaídas (Licciardone et al., 2023).
Además, los DO están formados en el uso de técnicas conocidas como tratamiento manipulativo osteopático (OMT, por sus siglas en inglés). Esto incluye maniobras manuales que buscan reducir tensiones, mejorar la movilidad y estimular la capacidad natural del organismo para curarse.
Se trata de un abanico amplio de métodos, desde la liberación miofascial hasta la manipulación de alta velocidad y baja amplitud, siempre adaptadas a la necesidad concreta del paciente (Licciardone et al., 2023).
¿Qué te hace un osteópata?
Lo primero que hace un osteópata es escuchar y observar. Pregunta por los síntomas, revisa antecedentes médicos y analiza cómo te mueves. Como dije, se centra únicamente en la zona que duele, porque entiende que todo el cuerpo está interconectado.
Después aplica técnicas manuales. Algunas son muy suaves, como la liberación suboccipital, que ayuda a disminuir la tensión en la base del cráneo. Otras son más específicas, como el uso de contrafuerza para relajar músculos sobrecargados, o las manipulaciones rápidas que devuelven movilidad a una articulación rígida (Bazzi & Sergent, 2023). El objetivo es siempre el mismo: aliviar el dolor, mejorar la función y reducir la necesidad de medicamentos.
A diferencia de otras terapias, el osteópata combina estos gestos con un enfoque médico. Si detecta que la lesión requiere pruebas diagnósticas o derivación a otro especialista, lo hará. En este sentido, la osteopatía no es una alternativa aislada, sino un complemento que se integra con la medicina convencional.
Dicha integración es especialmente útil en casos crónicos, donde el OMT puede potenciar el efecto de otras intervenciones como la fisioterapia o los tratamientos farmacológicos (Bagagiolo et al., 2022).
¿Qué lesiones trata un osteópata?
La evidencia científica reciente muestra que los osteópatas son eficaces en el abordaje de distintas dolencias musculoesqueléticas. Los estudios más relevantes incluyen metaanálisis y revisiones sistemáticas que han evaluado la eficacia del OMT en problemas frecuentes. A continuación, te voy a mencionar cuáles son los principales dolores que atiende un osteópata.
Lumbalgia
La lumbalgia, ese dolor que aparece en la zona baja de la espalda, es uno de los motivos más comunes de consulta médica. Puede ser aguda, cuando surge tras un esfuerzo puntual, o crónica, cuando se prolonga durante meses.
Los osteópatas tienen amplia experiencia en este campo, y la evidencia lo respalda: los metaanálisis indican que el OMT es capaz de reducir el dolor y mejorar la función en comparación con el tratamiento habitual (American Osteopathic Association, 2023).
Imagina que tu espalda es como los amortiguadores de un coche. Si uno de ellos está flojo, el vehículo vibra y se desgasta más rápido. Algo similar ocurre con la columna: cuando hay una disfunción, el resto del cuerpo sufre. El osteópata interviene corrigiendo esas tensiones, logrando que la musculatura se relaje y la movilidad se recupere.
En embarazadas, la lumbalgia es especialmente frecuente. Aquí también el OMT ha mostrado beneficios, reduciendo el dolor y mejorando la calidad de vida, sin necesidad de fármacos que podrían ser riesgosos en esta etapa (Franke et al., 2014).
Dolor de cuello crónico
El dolor cervical, en especial el que se prolonga más de tres meses, limita la movilidad y afecta al descanso nocturno. Revisiones sistemáticas han encontrado que el OMT mejora tanto la intensidad del dolor como la función, sobre todo cuando se combina con otras intervenciones como la fisioterapia (Gustowski et al., 2024).
Un ejemplo práctico: muchas personas pasan horas frente al ordenador, con los hombros encogidos y el cuello adelantado. Esta postura sobrecarga la musculatura cervical y desencadena dolor. Las técnicas osteopáticas, como la liberación miofascial o la contrafuerza, ayudan a reducir la tensión y recuperar la movilidad, algo clave para evitar que el dolor se cronifique.
En este caso, el abordaje osteopático no solo se limita al cuello. Puede incluir trabajo en la zona torácica y lumbar para mejorar el equilibrio general de la columna. El cuerpo es como una cadena: si un eslabón está rígido, el resto se resiente.
Hombro doloroso (incluyendo el hombro congelado)
El hombro es una articulación compleja, con gran rango de movimiento pero también propensa a lesiones. Entre ellas, el hombro congelado o capsulitis adhesiva es una de las más incapacitantes. Se caracteriza por rigidez progresiva y dolor, lo que impide movimientos tan simples como peinarse o abrocharse el sujetador.
El hombro congelado – tratamiento mediante OMT incluye técnicas de movilización articular y energía muscular que ayudan a recuperar amplitud de movimiento y reducir el dolor (Licciardone et al., 2023). Aunque la recuperación suele ser lenta, el osteópata aporta un enfoque manual que favorece la mejoría funcional sin depender únicamente de fármacos o infiltraciones.
Además, lesiones en la articulación acromioclavicular o sobrecargas por actividad deportiva también se benefician de la intervención osteopática. El objetivo es devolver la movilidad al hombro, disminuir la inflamación y mejorar la calidad de vida diaria.
Osteoartritis de rodilla
La rodilla es una de las articulaciones que más sufre con el paso del tiempo. El desgaste del cartílago y la inflamación generan dolor y rigidez, lo que conocemos como artrosis u osteoartritis. Este problema afecta a millones de personas y puede limitar tareas tan sencillas como subir escaleras o levantarse de una silla.
La evidencia indica que el tratamiento manipulativo osteopático contribuye a reducir el dolor y mejorar la movilidad en estos casos. Las técnicas de movilización y liberación miofascial ayudan a disminuir la rigidez, mejorando la amplitud articular. Aunque la artrosis no se cura, el osteópata aporta herramientas que ralentizan la progresión y favorecen el bienestar cotidiano.
Además, este enfoque resulta especialmente útil cuando se busca reducir el uso de antiinflamatorios, algo relevante en pacientes mayores que pueden tener problemas gástricos o renales. La osteopatía se convierte así en un aliado para complementar el tratamiento médico convencional.
Epicondilitis (codo de tenista)
La Epicondilitis, conocida como “codo de tenista”, aparece por sobrecarga en los tendones del codo. No es exclusivo de deportistas: muchas personas que trabajan con ordenador, bricolaje o instrumentos musicales también lo padecen.
Los metaanálisis muestran que el OMT puede reducir el dolor y mejorar la función en esta lesión (Franke et al., 2014). El osteópata aplica técnicas específicas sobre la musculatura extensora del antebrazo y sobre la articulación del codo, buscando aliviar la tensión y facilitar la recuperación.
En términos sencillos, es como si el codo estuviese “atascado” por un exceso de esfuerzo repetitivo. El osteópata ayuda a desbloquearlo, mejorar la circulación y reducir la inflamación. De este modo, la persona puede volver a sus actividades con menos molestias.
Dolor torácico espinal
El dolor en la zona media de la espalda, entre los omóplatos, suele pasar desapercibido. Muchas veces lo atribuimos a malas posturas frente al ordenador o al estrés acumulado. Sin embargo, puede ser muy limitante.
El OMT ha demostrado eficacia en la reducción de este dolor, especialmente cuando se utilizan técnicas de contrafuerza y liberación posicional (Bazzi & Sergent, 2023). Estos métodos ayudan a relajar los músculos intercostales y la musculatura paravertebral, devolviendo movilidad a la columna torácica.
Un ejemplo cotidiano: si trabajas mucho tiempo encorvado, tu espalda torácica se vuelve rígida. El osteópata busca devolver flexibilidad, como si engrasara las bisagras de una puerta que chirría. El alivio suele notarse tanto en la postura como en la respiración, ya que la caja torácica recupera su movilidad natural.
Lesiones en extremidades inferiores en corredores
Correr es una actividad saludable, pero también fuente frecuente de lesiones. Entre ellas destacan el dolor de rodilla, la sobrecarga en gemelos o problemas en el pie por disfunciones biomecánicas.
Un estudio reciente muestra que el OMT puede corregir disfunciones somáticas en extremidades inferiores, como el pie plano o una diferencia en la longitud de las piernas, que predisponen a lesiones (Santanello et al., 2025). El osteópata evalúa la alineación y el tono muscular, interviniendo para equilibrar el sistema musculoesquelético.
Para un corredor, esto significa prevenir lesiones de repetición y mejorar el rendimiento. La intervención no se limita al área lesionada: puede incluir trabajo en pelvis y columna lumbar, buscando un movimiento más armónico en todo el cuerpo.
Dolor articular localizado
Muchas personas consultan por molestias en una sola articulación, como rodilla, hombro o codo. Aunque las causas pueden variar, el OMT ha demostrado beneficios en la reducción de dolor y la mejora funcional en diferentes articulaciones.
El abordaje consiste en liberar tensiones musculares y mejorar la movilidad articular. En ocasiones, estas molestias se deben a un desequilibrio postural que genera sobrecarga en una zona concreta. El osteópata analiza la causa y actúa para evitar que el dolor vuelva.
Un ejemplo: alguien con dolor de rodilla puede tener en realidad una alteración en la forma de pisar o en la cadera. Si solo tratamos la rodilla, el problema reaparece. El enfoque osteopático busca ese origen oculto.
Lumbalgia en el embarazo
Durante el embarazo, la lumbalgia es un síntoma muy común debido al aumento de peso y a los cambios posturales. Muchas mujeres la sufren desde el segundo trimestre, lo que afecta a su calidad de vida.
El OMT ofrece un abordaje seguro y eficaz en esta etapa, con estudios que confirman reducción significativa del dolor y mejora de la función. Las técnicas se adaptan para proteger al feto, priorizando maniobras suaves de liberación muscular y articular.
La ventaja es que se evita el uso de fármacos, lo que siempre es recomendable en el embarazo. Además, una madre con menos dolor se mueve mejor, duerme más tranquila y afronta la gestación con mayor bienestar.
Lumbalgia posparto
Tras el parto, muchas mujeres continúan con dolor lumbar. El esfuerzo físico, los cambios hormonales y la postura durante la lactancia pueden contribuir a este problema.
Los estudios muestran que el OMT reduce significativamente el dolor y mejora la movilidad en mujeres en el periodo posparto (American Osteopathic Association, 2023). El tratamiento incluye técnicas manuales adaptadas, centradas en aliviar tensiones en la zona lumbar y pélvica.
De este modo, la mujer puede recuperar antes su rutina, cuidar del bebé sin molestias intensas y reducir el riesgo de que la lumbalgia se convierta en un problema crónico.
¿Qué diferencia hay entre un fisioterapeuta y un osteópata?

Esta es una de las dudas más habituales. Un fisioterapeuta es un profesional sanitario especializado en el tratamiento físico de lesiones, mediante ejercicios, terapia manual y modalidades como calor, frío o electroterapia. Su papel es clave en la rehabilitación.
El osteópata, en cambio, especialmente si hablamos de un médico osteópata (DO), tiene formación médica completa. Esto significa que puede diagnosticar, prescribir y tratar desde una perspectiva holística. Además, utiliza el OMT como herramienta principal para restaurar el equilibrio corporal (American Osteopathic Association, n.d.a).
Un ensayo reciente indica que la combinación de fisioterapia y osteopatía puede ser más eficaz que la fisioterapia sola en algunos cuadros, como la fatiga en pacientes con long COVID (Bagagiolo et al., 2022). Esto muestra que ambas disciplinas no compiten, sino que se complementan.
Cómo decidir si la osteopatía es para ti (y cuándo no)
Saber qué trata un osteópata permite a los pacientes tomar decisiones informadas sobre su salud. La evidencia respalda su utilidad en cuadros frecuentes como la lumbalgia, el dolor de cuello, la artrosis de rodilla, la Epicondilitis o el hombro congelado – tratamiento. También es una opción segura durante el embarazo y el posparto, donde otras alternativas pueden ser más limitadas.
La clave está en que la osteopatía no sustituye a la medicina convencional, sino que la complementa. Si el dolor persiste, empeora o se acompaña de síntomas de alarma (como fiebre, pérdida de peso, debilidad o pérdida de control de esfínteres), es necesario acudir de inmediato al médico de familia o a un especialista en traumatología.
En la mayoría de los casos, el osteópata puede ayudarte a recuperar movilidad, reducir el dolor y mejorar tu calidad de vida. La decisión final depende de cada persona, pero con información clara resulta mucho más fácil elegir cuándo acudir a este profesional.
Referencias consultadas:
- American Osteopathic Association. (2023). Policy H323-A/23 OMT for low back pain. https://osteopathic.org/wp-content/uploads/policies/Policy_H323-A-23_OMT_for_Low_Back_Pain_(H358-A18).pdf
- Bagagiolo, D., Persiani, M., Cicchitti, L., Vismara, L., Bruini, I., Mauro, A., & Buffone, F. (2025). Osteopathy and physiotherapy compared to physiotherapy alone on fatigue in long COVID: Study protocol for a pragmatic randomized controlled superiority trial. BMJ Open, 15(6), e088655. https://doi.org/10.1136/bmjopen-2024-088655
- Bazzi, M. O., & Sergent, S. R. (2023). Osteopathic manipulative treatment: Counterstrain procedure – Cervical vertebrae. In StatPearls. StatPearls Publishing. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK570641/
- Franke, H., Franke, J. D., & Fryer, G. (2014). Osteopathic manipulative treatment for nonspecific low back pain: A systematic review and meta-analysis. BMC Musculoskeletal Disorders, 15, 286. https://doi.org/10.1186/1471-2474-15-286
- Gustowski, S., Slicho, T., & Newsome, D. (2024). Integration of osteopathic manipulative treatment for patients with chronic neck pain. Missouri Medicine, 121(1), 37–41. https://digitalcommons.kansascity.edu/facultypub/1557/
- Licciardone, J. C., Gatchel, R. J., & Aryal, S. (2023). Osteopathic manipulative treatment of patients with chronic low back pain in the United States: A retrospective cohort study. Journal of Osteopathic Medicine, 123(5), 252–259. https://doi.org/10.1515/jom-2022-0212
- Santanello, A., Volokitin, M., Matthew, P., Modica, A., McKellar, C., Thakkar, K., Schear, M., Tai, A., Nagler, J., & Suarez, S. (2024). An osteopathic assessment of lower extremity somatic dysfunctions in runners. Journal of Osteopathic Medicine, 125(3), 135–141. https://doi.org/10.1515/jom-2024-0006
- Stoll, V., Jost, J. M., Jack, A., Johnson, T., Klein, S., Darbhanga, J., Hurwitz, A., Mehra, R. S., & Waters, H. B. (2024). The role of osteopathic manipulative treatment in osteoarthritis: A scoping review. Journal of Osteopathic Medicine, 124(4), 210–220. https://doi.org/10.1515/jom-2024-0028




























