El conducto tirogloso es una glándula que se origina en la base de la lengua y pasa hasta la parte inferior del cuello. En él queda un tubo que se cierra en unas cortas semanas transformándose en un cordón. Ese tubo en algunos niños no se cierra por completo quedando un espacio que se puede llenar de líquido o moco. De esta manera se forma un quiste por eso es llamado quiste del conducto tirogloso. Por lo general aparece en los primeros 5 años de vida pero en ocasiones puede aparecer en la edad adulta.
Quiste del conducto tirogloso ¿Cuáles son sus síntomas?
Cuando son muy pequeños no se logran detectar. En la mayor parte se llena de líquidos o moco pareciendo un bulto redondeado en la parte anterior del cuello, por la línea central. Lo más grave que puede suceder es que el quiste se infecte. Cuando eso sucede aumenta de tamaño, duele y se enrojece la piel y en ocasiones puede presentar fiebre. A veces pueden formarse abscesos con salida de pus o fístula.
¿Cómo se realiza su diagnostico?
Puede ser suficiente con la historia y la exploración clínica; pero la ecografía es una prueba de imagen que puede confirmar el diagnóstico.
¿De qué manera se trata?
Su tratamiento es la cirugía y debe ser bajo anestesia general. La operación no se debe realizar durante la infección. Se debe aplicar primero antibióticos y operar luego que desaparezca dicha infección. Luego de la operación puede sentir algunas molestias en la zona de la herida lo cual se aliviaran con analgésicos. La operación no es complicada y el paciente empieza a comer el mismo día y se va a casa al siguiente.
Son muy pocas las complicaciones que puede traer la cirugía. Lo más común es una infección. Esta puede aumentar el riesgo que se reproduzca de nuevo el quiste, que sangre la herida o que se forme un hematoma.
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