Reconquistar esa figura después del parto: Alimentación

Reconquistar tu figura después del parto
Reconquistar tu figura después del parto

Para reconquistar la figura siempre es importante aplicar unos cuidados postparto. Considerando cuando es el mejor momento para retomar la rutina de ejercicios. Sin embargo, para lograr perder esos kilos de más adquiridos durante el embarazo es preciso alinearse con una alimentación apropiada. Principalmente si estas amamantando.

No corras, pero tampoco pares: es importante tener claro que no es el mejor momento de efectuar una dieta hipocalórica o restrictiva. El cuerpo requiere recuperarse y diariamente precisa de energías y potencia necesaria para atender bien al bebé.

Además, al amamantar se debe consumir comida suficiente (una aportación de hasta unas 500 calorías extras para la producción de leche). No se refiere a comer poco, si no de elegir bien qué es lo que se come.

Aplicar una dieta baja en calorías origina estrés y cansancio, excesivo para acrecentar a la nueva situación. Por otro lado, consumir calorías de manera saludable y equilibrada, disipando peso de forma progresiva, hace sentirnos mejor además anímicamente, no solo en lo físico.

Reconquistar esa figura con una alimentación variada

Como se indicaba las frutas, verduras y cereales integrales son los mejores aliados para cuidar la piel, las estrías y favorecer a una óptima cicatrización. Asimismo, son excelentes para una nutrición saludable. Igualmente evita el estreñimiento, significativo durante las primeras semanas de recuperación.

Frutas y verduras brindan vitaminas y minerales, además poseen escasas calorías. Por esta razón no hay que dudar en incluirlas en desayuno, comida y cena. Cuando se tiene ansiedad es bueno tener a mano apio, zanahorias o similares, con los que igualmente se consigue acrecentar las defensas.

Optar por proteínas procedentes del pescado, carnes magras, y grasas poliinsaturadas. Como las que se hallan en el aceite de oliva, el aguacate o el salmón. Es fundamental evadir las grasas saturadas que se hallan en alimentos como la mantequilla, los embutidos, las margarinas hidrogenadas o la leche entera.

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En ocasiones la faena cotidiana lo hace complicado, pero hay que intentar no brincarse ninguna comida. De esta manera se evita llegar a la siguiente con un hambre que no nos deje optar por la manera adecuada los alimentos. Es fundamental intentar comer pausadamente, masticando muy bien los alimentos, para sentirnos bien saciados y no sobrepasar las cantidades.

La manera de cocinar los alimentos también es determinante. Salteados, a la plancha, al vapor, cocidos o crudos (hortalizas y verduras) son las mejores elecciones. Postergando para escasas excepciones lo frito y rebozado.

Todas estas recomendaciones valdrán no solo para reconquistar la figura gradualmente. Sino además para lograr unos buenos hábitos que nos benefician a todos durante toda la vida.