Sapiosexual: sentir atracción por la inteligencia

Sapiosexual: sentir atracción por la inteligencia
Sapiosexual: sentir atracción por la inteligencia

Sapiosexual son aquellas personas que consideran a la inteligencia como el primordial elemento de atracción sexual. El origen de este término proviene de la palabra sapiens, que significa “sabio o juicioso”.

Los sapiosexuales se impulsan emocionalmente frente a estímulos novedosos y no prestan atención a lo repetitivo. Durante la etapa de seducción se sienten principalmente cautivados por las conversaciones que abran su mente. Esta activación, que inicialmente es solo mental, se termina extendiendo a otros niveles, como el físico, el afectivo y el erótico.

Este fenómeno puede acontecer tanto en mujeres como en hombres. Sin embargo, se cree que es más frecuente en las mujeres o más expresado por ellas; pues no son tan visuales como los hombres y precisan de otros estímulos para enamorarse.

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Para una persona sapiosexual, una evidente inteligencia es el primordial elemento en el juego de seducción

El cerebro es el primordial órgano sexual, por encima de la piel y de los órganos genitales. Por tanto, se considera que la seducción por intelecto agrega más calidad a la relación; ya que la inteligencia estimula un deseo que luego es convertido al nivel físico.

Para una persona sapiosexual, una evidente inteligencia es el primordial elemento en el juego de seducción
Para una persona sapiosexual, una evidente inteligencia es el primordial elemento en el juego de seducción

Para los sapiosexuales, una conversación puede convertirse en un juego sexual de dos mentes. Admiran las sorpresas y lo inesperado. Comúnmente, dejan espacio para que brote el deseo y saben cómo mantenerlo a través del misterio. Esto es la inteligencia erótica.

Estudios revelan que la relación entre el cociente intelectual y el atractivo es curvilínea. Es decir, consigue su punto máximo al llegar al CI de 120, pero decae al llegar a 135. Curioso, ¿verdad?

Finalmente, la atracción por la inteligencia igualmente puede sobrellevar algún peligro, fundamentalmente por parte de personas inseguras o con baja autoestima. En estos casos logran establecerse relaciones de dependencia por la depreciación que las personas con baja autoestima hacen de sí mismas. Admiran a quien creen inteligente, ya que consideran que ellas no lo son.