Nuestra sociedad está rodeada de un entorno altamente tóxico. Son múltiples de químicos sintéticos que llegan a nuestro cuerpo por la piel la comida y la respiración. La dieta depurativa ayuda a expulsar de nuestro organismo las moléculas y sustancias que intoxican el interior de nuestro cuerpo.
Es importante saber depurarse y limpiar el organismo con frecuencia.
Para entender cuál es la mejor manera de eliminar toxinas es importante conocer las capacidades limpiadoras de nuestro organismo.
Vivimos en un mundo químico y en ocasiones es inevitable por eso debemos consumir alimentos que regulen el transito intestinal. Aunado a esto mejore la función hepática y estimulen la diuresis para poder expulsar las toxinas de forma permanente. Los mejores aliados para este proceso son el hígado, el intestino y los riñones.
¿Cómo debemos comenzar la dieta depurativa?
Primeramente debemos tomar en cuenta los alimentos que consumimos. Ellos deben aportar solamente nutrientes y que no tengan partículas sintéticas. Para que esto sea posible los productos naturales y ecológicos serán los más fiables. La alimentación debe centrarse en el consumo de proteínas vegetales frentes a las animales en una proporción 70/30. Al consumir un exceso de proteína animal este aportará una gran cantidad de amoníaco. Como consecuencia de esto causara mayor acidez y dificultad en los procesos de limpieza.
¿Qué alimentos debemos evitar?
Azúcar, harinas refinadas, productos cárnicos, pescados azules grandes, alimentos precocinados, refrescos, chucherías, aceites refinados, sal refinada, grasas animales y aditivos alimentarios.
Y ¿qué alimentos debemos consumir para la depuración?
Deben provenir del reino vegetal como: granos integrales, legumbres, verduras, frutas y semillas. La dieta compuesta por estos alimentos mejora el tránsito intestinal. Además, es rica en líquidos micronutrientes y ayuda a limpiar el hígado.
Un cereal excelente con propiedades depurativas es la avena. Ella evita el estreñimiento y aportas hidratos de carbono de lenta absorción. Los licuados verdes son ricos en clorofila y potasio actuando sobre el hígado y ayudando los procesos digestivos. El uso de fitoterapia también es importante en este proceso.
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