Llevar chanclas son muy cómodas porque es solo de deslizar los pies y salir por la puerta. Su falta de apoyo las hace solo para ser utilizadas a corto plazo porque puede provocar muchos problemas.
Llevar chanclas es mejor que ir descalzo porque protege las plantas de los pies indica la Dra. Christiana Long. La Dra Christiana Long es podiatra y cirujana del pie y del tobillo en el Centro Médico Bautista Wake Forest.
Llevar chanclas ¿Cuál es el problema?
Las chanclas no proporcionan ningún apoyo al arco o al talón y hay que sujetarla con los dedos del pie. Es por eso que no es recomendable llevarlas por mucho tiempo ni para realizar ciertas actividades.
Las chanclas exponen los pies a cortadas, heridas punzantes, moretones, a romperse las uñas, picaduras de insectos y quemaduras solares. También puede traer consecuencias en la forma de caminar. Esto puede ocasionar dolor en la tibia, problemas en el tendón de Aquiles y dolor lumbar. Igualmente aumenta el riesgo de darse un golpe en un dedo o tropezarse y caer cuando se lleva chanclas.
Según la Dra Long puede ocasionar de igual manera problemas menores como irritaciones, ampollas, callos, etc. Hasta dolores más graves como la fascitis plantar, dedos del pie en martillo y fracturas por estrés.
Está bien cuando las usamos en la playa, en las piscinas, en la ducha, entre otros. Siempre que sea por breve tiempo indicó la Dra Long.
La Asociación Médica Podiátrica Americana (APMA) sugiere que la chancla sea de cuero blando y de gran calidad. Que impida la aparición de ampollas y otros tipos de irritación. Pruébela doblándola de un extremo a otro y asegúrese que no se dobla por la mitad. La APMA añade que la chancla (y su calzado también) debe ser un poco más grande que su pie.
Revise las chanclas viejas y si están muy desgastadas no las use más y cámbielas.