Los tatuajes ¿Pueden afectar al sistema inmune?

Los tatuajes ¿Pueden afectar al sistema inmune?
Los tatuajes ¿Pueden afectar al sistema inmune?


El mundo de los tatuajes está rodeado de todo tipo de rumores, leyendas urbanas y falsos mitos sin base científica alguna. El debate sobre cómo estas intervenciones logran afectar a la salud de las personas es constante. Un reciente estudio advirtió acerca de los peligros que generan los tatuajes en el sistema inmunológico.

Por otra parte, las estadísticas muestran que cerca del 12% de los europeos; y del 24% de los ciudadanos de Estados Unidos llevan tatuajes (incluso adolescentes). Lo cierto es que en torno al mundo de los tatuajes se filtran muchos mitos. En especial, aquellos que tienen que ver con si son perjudiciales para la salud o no.

Del mismo modo, algunos de los rumores (que la evidencia científica ya ha desmentido); son aquellos que apuntan a que, en presencia de tatuajes, las resonancias magnéticas pueden generar quemaduras; o que las personas con tatuajes en la zona lumbar corren riesgos ante la anestesia epidural.

Precisamente, un estudio en el que señalaba que ciertos componentes de las tintas manipuladas para los tatuajes son capaces de viajar desde la piel a los ganglios linfáticos y generar un quebranto del sistema inmunológico.

Hasta el momento no existen evidencias de que la presencia de estos pigmentos en los ganglios linfáticos produzca algún tipo de patología importante. A pesar de que la presencia de tinta en los ganglios linfáticos regionales es una constante en las personas tatuadas.

Posibles riesgos que pueden entrañar las tintas de los tatuajes en nuestra salud
Posibles riesgos que pueden entrañar las tintas de los tatuajes en nuestra salud

Así mismo, ante los posibles riesgos que pueden entrañar las tintas de los tatuajes en nuestra salud, cabe diferenciar entre dos grupos:

Tintas negras: Su principio activo, el carbón, se viene utilizando desde hace 4.000 años. Desde entonces se vienen empleando y prácticamente no ha cambiado su composición; por tanto, si dieran algún problema ya lo habríamos visto.

Si bien es cierto, las tintas negras están formadas por nanopartículas. Las cuales facilitan que, una vez que se introducen en la dermis a través del tatuaje, haya una mayor facilidad a ser transportadas hacia los ganglios linfáticos.

Tintas de color: Antiguamente procedían de metales pesados (como el cadmio, cobalto o el mercurio). No obstante, desde hace 40 años este tipo de metales están prohibidos; y están en desuso para la fabricación de pigmentos en general. Gradualmente se han ido sustituyendo a colorantes sintéticos o artificiales del grupo de los azoicos (el componente más frecuente entre las tintas de color).

Pese a lo anterior, la creencia del uso actual de tintas procedentes de metales pesados sigue siendo uno de los rumores constantes. Contiene hollín, óxidos metálicos y sales.

Ante esta posibilidad, se advierte de que la acumulación de los pigmentos en los ganglios linfáticos puede alterar los resultados en pruebas diagnósticos. Ciertamente, estos depósitos de tinta pueden generar graves errores de interpretación; dando falsos positivos tras la realización de pruebas diagnósticas por imágenes mediante PET/TAC o en la detección del ganglio centinela en pacientes con melanoma.

Teóricamente las cantidades de hidrocarburos aromáticos que se hallan en la tinta negra y en la tinta detectada en los ganglios linfáticos pueden generar enfermedades como el cáncer; pero solo estamos ante una hipótesis de trabajo, señalan los especialistas.

Posibles complicaciones por tatuajes

Por otra parte, se advierte de la escasa información disponible (por ejemplo, sobre las complicaciones derivadas de los tatuajes, al no existir una recopilación sistemática de datos). La mayoría de las reclamaciones están relacionadas con el proceso de curación.

Aunque en alrededor del 5% de las personas tatuadas se pueden producir infecciones bacterianas, alergias agudas o hipersensibilidad retardada (especialmente en entornos poco higiénicos).

Esas sustancias son poco o nada tóxicas si ingresan al organismo vía oral. Sin embargo, la respuesta inmune frente a determinados compuestos colorantes; suele producir un enrojecimiento de la piel que, muchas veces, dura mucho más que la reducida inflamación primaria.

Las zonas alteradas mostraron una alterada proporción de proteínas y una elevada presencia de lípidos, pero lo más significativo fue la acumulación de pigmentos en los nodos linfáticos.

Como resultado, el tamaño de esos ganglios aumentó y sus moléculas orgánicas sufrieron cambios. Mientras que, como los científicos no pudieron observar que salieran las nanopartículas dañinas con el flujo de la linfa, consideraron que se acumulaban ahí de por vida.

El sistema inmunológico percibe esos compuestos metálicos como cuerpos extraños, por lo que dicha acumulación permanente puede producir inflamaciones cutáneas y otros problemas.

(También puedes leer: La inmunidad del cuerpo humano)