Los adultos con hiperactividad poseen ciertos síntomas semejantes al Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad que se observa en los niños. Sin embargo, exhiben algunas expresiones distintas.
Generalmente el adulto hiperactivo fue un niño hiperactivo. Tal vez el diagnóstico jamás se realizó, porque padres no pidieron asistencia especializada. En estos casos en los cuales la hiperactividad no fue apropiadamente tratada o nunca existió un tratamiento, consiguen observarse conflictos en la vida adulta.
Los adultos con hiperactividad presentan
Sintomatologías físicas
- Taquicardias, y sensación de hormigueo en manos y piernas.
Inestabilidad en los estudio o trabajo
- Estas personas poseen problemas para concluir o mantenerse enfocados en una tarea. Entonces, cambian de carrera, renuncian a los estudios y, lógicamente, cambian de trabajo constantemente. Cuando realizan estas actividades su rendimiento es más bien pobre.
Inconvenientes para organizar y cumplir los compromisos cotidianos
- Las personas con hiperactividad no se definen por su organización. Su vida diaria suele ser enredada. No finalizan las labores de la casa y tienen complicaciones para solventar las cuentas, ya que no consiguen establecer una proyección futura.
Problemas en sus relaciones interpersonales
- Comúnmente las otras personas le reprenden por su desequilibrio. Por ende, esto ocasiona que la persona se estresa, porque, si bien se esfuerza, le resulta muy arduo satisfacer las perspectivas sociales. Al final sienten enormes sentimientos de frustración y culpa.
¿Tiene solución?
Ante tanto se descubra y diagnostique la hiperactividad, más efectivo será el tratamiento. Regularmente el tratamiento puede contener solo la terapia psicológica. En los casos más severos, igualmente se acude a la medicación.
De este modo, se inclinan por el uso de derivados de las anfetaminas para minimizar la hiperactividad e impulsividad y ayudar a la concentración.
En la terapia psicológica, se trabaja esencialmente con métodos de autocontrol y relajación. Además, con fortalecer de las capacidades sociales y las destrezas de solución de inconvenientes.
Sin embargo, se explica que lo primordial es que la persona concientice que debe transformar su manera de afrontar la vida. Y que, por supuesto se comprometa verdaderamente con una terapia que tiende a ser larga, y que no excluirá la dificultad de raíz, sino que sencillamente favorecerá su control.
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