Síndrome de Capgras, un trastorno mental

Síndrome de Capgras
Síndrome de Capgras

Uno de los trastornos mentales más sorprendentes que hay es el síndrome de Capgras. Quien lo padece esta convencido de que un familiar cercano ha sido suplantado por un doble, un impostor.

El síndrome de Capgras, conocido como ilusión de los dobles, fue definido por primera vez por Jean Marie Joseph Capgars. Es un trastorno psicótico, por el cual el afectado tiene la creencia extática de que una persona cercana con la que hay un vínculo emocional, ha sido sustituida por otra persona. Un doble idéntico tanto en su físico como en su manera de desenvolverse; lo que le provoca fuertes sentimientos de miedo y rechazo hacia esa persona a la cree un impostor.

Visualiza por un instante la situación. Regresas del trabajo, y tras abrir la puerta de casa te encuentras con un extraño; que se asemeja mucho a tu familiar (tu marido, tu hijo, tu padre) con el que compartes hogar. Pero ciertas diferencias te hacen especular que no lo es. El miedo e inclusive terror que logra provocar esta situación va a forjar un gran sufrimiento psicológico a quien la padece.

Han propuesto un modelo excelente que armonice déficit cognitivos y perceptivos; deterioro orgánico, ideación paranoide y elementos psicodinámicos. El síndrome de Capgras establece un proceso complicado que no se restringe a una simple dificultad de procesamiento facial; sino a una disfunción múltiple fundada en procesos cognitivos implicados en la interpretación de percepciones extrañas y en la formación de creencias.

El síndrome de Capgras establece un proceso complicado que no se restringe a una simple dificultad de procesamiento facial
El síndrome de Capgras establece un proceso complicado que no se restringe a una simple dificultad de procesamiento facial

Síntomas frecuentes del síndrome de Capgras

De un momento a otro, los pacientes con Síndrome de Capgras aseveran que sus seres queridos (regularmente la pareja, familiar cercano, o inclusive compañeros de trabajo); han sido reemplazados por dobles idénticos que se comportan de la misma forma, sin embargo, presentan ciertos aspectos desiguales.

En este instante, el vínculo emocional que existía entre ellos se desgarra y aparece así el miedo, el rechazo y la evitación. No son capaces de saber por qué, para qué y quién ha suplido a su ser querido; si bien esta idea carezca de sentido, dan por hecho que es indiscutible; e interpretarán todo tipo de hechos y acciones como señales de que están rodeados de impostores.

Finalmente, los pacientes pueden reconocer los rostros de los demás, pero no enlazarlo con el significado emocional que tienen. De manera que sienten que hay una persona con la misma cara y fisonomías que otra; y a la vez no saben señalar una razón concreta y coherente por la que esa persona no es quien dice ser.

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