Comer pescado es bueno para el cerebro

Beneficios del pescado para el cerebro
Beneficios del pescado para el cerebro

Comer pescado es bueno para el cerebro, puede curar depresiones y la dislexia. Esto constituye un enorme avance en el manejo de la depresión individual. Una especialista durante un seminario expreso “que el si el cerebro no dispone de las grasas adecuadas, no funcionara bien”.

Según la especialista, ingerir grandes cantidades de ácidos grasos Omega 3, presentes en pescados como el salmón, ayuda a combatir la depresión.

La falta de estas grasas, necesarias para el desarrollo y funcionamiento normal de las células del cerebro. Ocasiona depresión, autismo, dislexia y el trastorno de déficit de atención con hiperactividad.

El alto grado de estrés, así como el consumo de alcohol y cafeína, pueden disminuir las concentraciones de ácidos grasos. Y agravar e incluso crear trastornos mentales.

Hay un vínculo entre la exacerbación de los síntomas de depresión y el cambio en los patrones alimentarios en el mundo occidental.

En los países en los que la gente ingiere menos pescado, la incidencia de depresión es mayor.

Hay mucho que ganar al comer pescado. Prácticamente, no hay efectos colaterales negativos, incluso trae ventajas estéticas positivas. Un cabello más brillante, unas uñas fuertes y una piel saludable.

Además, consumir pescado reduce el peligro de muerte por padecimiento cardíaco. La primordial causa de muerte tanto en hombres como en mujeres. Se ha relacionado con un mínimo riesgo de hemorragia, y declive mental con la edad.

En el caso de mujeres embarazadas, madres lactantes y mujeres en edad fértil, el consumo de pescado es importante. Debido a que suministra DHA, un ácido graso Omega 3 específico que es favorecedor para el desarrollo cerebral de los bebés.

Así mismo, los hallazgos revelaron que el consumo de pescado asado o a la parrilla periódicamente se asociaba positivamente con los volúmenes de materia gris en varias áreas del cerebro. Las zonas resguardadas que manifestaron una menor pérdida de densidad fueron el hipocampo, la corteza frontal y la corteza temporal, todas zonas relacionadas con la memoria.