
Cuando pensamos en el frío, solemos preocuparnos por la garganta, la nariz o la piel reseca. Sin embargo, hay una parte del cuerpo que también sufre mucho en esta época del año y que a menudo pasa desapercibida: los oídos. Dolores, infecciones, sensación de taponamiento o problemas con los audífonos son más comunes de lo que imaginamos cuando bajan las temperaturas.
Para entender por qué ocurre esto y cómo podemos prevenirlo, hablamos con Pilar Martínez, técnica superior en Audiología Protésica y en Integración Social, colegiada con el número 2009. Su experiencia diaria la convierte en una voz autorizada para explicarnos, de forma sencilla y práctica, cómo cuidar nuestra salud auditiva durante el frío.
Pilar Martínez, del Centro Auditivo en Valencia BienestarAudio, nos trae unos consejos para proteger nuestros oídos del frío. Como técnica superior en Audiología Protésica y técnica superior en Integración Social, colegiada con el número 2009, lleva años atendiendo a personas que ven cómo el invierno afecta a su manera de oír. Hoy hablamos con ella para entender qué ocurre, por qué ocurre y cómo podemos cuidarnos.
Pregunta: Pilar, solemos pensar que el frío afecta a la garganta o a la nariz… ¿realmente influye en la salud auditiva?

Imagen cedida por Pilar Martínez, para uso referencial.
Pilar Martínez: Mucho más de lo que la gente cree. En invierno, casi todos nos abrigamos el cuello o las manos, pero muy pocos piensan en proteger los oídos. Y, sin embargo, son una de las zonas más sensibles del cuerpo a los cambios de temperatura. El frío, el viento y la humedad pueden provocar molestias, infecciones y hasta pérdidas auditivas temporales. En personas mayores o en quienes ya tienen una pérdida auditiva, estos efectos se notan todavía más.
En nuestro centro auditivo lo vemos cada año. Con la llegada del frío aumenta el número de personas que vienen por dolor de oídos, sensación de taponamiento, infecciones o problemas con sus audífonos.
Pregunta: Para entenderlo mejor… ¿Qué cambios provoca el frío en los oídos?
Pilar Martínez: Vamos a explicarlo de forma sencilla. Los oídos tienen una particularidad: están formados por estructuras muy delicadas, llenas de pequeños vasos sanguíneos. Cuando hace frío, la circulación se reduce y los tejidos se vuelven más sensibles. Esto puede causar:
- Dolor o molestias. El oído externo se enfría muy rápido.
- Sensación de taponamiento. La humedad y el frío inflaman la zona.
- Mayor producción de cerumen. El cuerpo lo genera como mecanismo de defensa.
- Disfunción de la trompa de Eustaquio. Aparece presión o pérdida auditiva temporal.
- Más riesgo de infecciones. Sobre todo, otitis, muy comunes en invierno.
A esto se suma que el viento se cuela directamente por el conducto auditivo y provoca irritación. Por eso siempre digo que una simple bufanda o un gorro puede evitar muchos problemas.
Pregunta: ¿Por qué aumenta tanto la otitis en invierno?
Pilar Martínez: Por dos razones principales, por un lado los resfriados y la congestión. Cuando estamos acatarrados, la trompa de Eustaquio se inflama y no ventila bien el oído. Eso provoca presión, taponamiento y facilita la infección y en segundo lugar por la humedad y el ambiente frío. Las bacterias y virus se mueven mejor en estas condiciones, y el oído medio se vuelve más vulnerable.
En los niños es especialmente común, pero en adultos también lo vemos con frecuencia. Muchas personas piensan que la otitis es “cosa de niños”, pero no es verdad. Cualquier persona con sinusitis, alergias o defensas bajas puede tener problemas en invierno.
Pregunta: ¿El frío también afecta al funcionamiento de los audífonos?
Pilar Martínez: Sí, y es algo que veo en consulta todos los años. Los audífonos ofrecen protección contra el polvo y pequeñas cantidades de humedad, sin embargo el invierno es una época complicada para los audífonos por varios motivos:
- La humedad se condensa en el interior del dispositivo y esto puede provocar fallos temporales o sonidos distorsionados.
- Las baterías duran menos ya que las temperaturas bajas afectan a su rendimiento.
- El cerumen aumenta y obstruye el molde o el auricular.
- Se acumula humedad dentro del micrófono o el receptor.
Afortunadamente, todo esto tiene solución. Hay pastillas secantes, sistemas eléctricos de deshumidificación, fundas protectoras e incluso pequeños cambios de rutina que pueden ayudar. En BienestarAudio lo explicamos siempre porque un audífono bien cuidado funciona mejor, dura más y evita visitas de urgencia en pleno invierno.
Pregunta: ¿Qué síntomas indican que el frío está afectando a nuestros oídos?
Pilar Martínez: Algunos de los signos a los que tenemos que prestar atención son dolor o pinchazos al salir a la calle, zumbidos o pitidos, sensación de presión u “oído taponado”, pérdida de audición repentina o fluctuante, molestias al mover la mandíbula, exceso de cerumen o secreción y dificultad para seguir conversaciones en ambientes fríos o húmedos.
Si alguien nota estos síntomas, lo mejor es revisarlo cuanto antes. Muchas personas piensan que “se irá solo”, pero no siempre es así. Una revisión rápida nos permite actuar a tiempo.
Pregunta: Vamos con lo práctico. ¿Cómo protegemos nuestros oídos del frío?
Pilar Martínez: Lo resumo en varias recomendaciones sencillas y efectivas:
- Abriga siempre los oídos. Parece obvio, pero muy pocas personas lo hacen.
Un gorro, orejeras o una bufanda que cubra las orejas reduce muchísimo el riesgo de dolor y taponamiento. - Evita el viento directo. Si vas en moto, bici o corriendo, protégelos bien. El viento es uno de los factores que más irrita.
- Mantén secos los oídos. Después de ducharte o entrenar evita salir a la calle si aún tienes humedad en el conducto.
- Cuida el exceso de cerumen. El frío y los cambios de temperatura hacen que el cuerpo produzca más y no uses bastoncillos. Una revisión y limpieza profesional siempre es la mejor opción.
- Revisa tus audífonos. Si los utilizas, protégelos con deshumidificador y si notas fallos, acude al tu centro auditivo antes de que el problema vaya a más.
- Refuerza tu sistema inmune. Lo digo siempre: comer bien, descansar y evitar el tabaco también beneficia a tus oídos.
- Vigila resfriados, sinusitis y alergias. Lo que comienza en la nariz suele acabar afectando a la audición. Una congestión mantenida puede provocar presión y pérdida auditiva temporal.
Pregunta: Esta es una duda muy habitual. ¿Puede el frío “estropear” la audición de forma definitiva?
Pilar Martínez: El frío por sí solo, no. Pero sí puede desencadenar problemas que, si no se tratan, pueden tener consecuencias.
Por ejemplo, otitis repetidas, tapones de cerumen muy compactados, inflamación crónica, daños en la piel del conducto auditivo o problemas derivados de infecciones fuertes.
La mayoría de estos casos tienen solución si se detectan a tiempo. Pero cuando alguien pasa meses con molestias y lo deja pasar, la recuperación puede ser más lenta o incompleta.
Por eso siempre insisto en la prevención y, sobre todo, en escuchar al cuerpo. Si algo te duele, te molesta o notas que oyes peor, no esperes.
Pregunta: ¿Por qué las personas mayores notan más los efectos del frío en los oídos?
Pilar Martínez: Principalmente por tres motivos:
- El sistema inmune es más débil.
- La piel del conducto auditivo es más fina y sensible.
- Muchos ya tienen una pérdida auditiva previa.
Esto hace que cualquier inflamación o infección afecte más a su capacidad para oír.
Además, en invierno suelen pasar más tiempo en ambientes cerrados donde hay ruido, calefacciones que resecan el aire y cambios bruscos de temperatura al entrar y salir a la calle.
Por eso siempre recomiendo una revisión auditiva antes del invierno y otra después. A veces detectamos pequeños cambios que se pueden corregir fácilmente si se actúa pronto.
Pregunta: ¿Cuál es tu papel como audioprotesista durante la temporada de frío?
Pilar Martínez: Yo siempre digo que mi trabajo es acompañar, prevenir y adaptar la solución a cada persona. En invierno suelo trabajar más en revisiones de mantenimiento, ajustes de audífonos para compensar cambios auditivos, consejos personalizados según la rutina de cada paciente y prevención para evitar problemas recurrentes.
Mucha gente no sabe que los audífonos también necesitan una “puesta a punto” estacional. El frío y la humedad afectan a su rendimiento, así que un pequeño ajuste en esta época marca una diferencia enorme.
Para cerrar la entrevista, Pilar, deja un mensaje muy claro:
Pilar Martínez: La salud auditiva no depende solo de los años o del volumen al que escuchamos música. También depende del clima, de nuestras rutinas y de cómo nos cuidamos día a día. El frío no es un enemigo, pero sí un factor que debemos tener en cuenta.
El invierno trae riesgos, pero también oportunidades: es la época perfecta para revisar nuestra audición, cuidar los audífonos y adoptar hábitos que nos acompañen el resto del año. Y si aparece cualquier síntoma (dolor, taponamiento, cambios en la audición) lo mejor es acudir a un especialista.
Queremos agradecer a Pilar Martínez por compartir unos consejos tan prácticos y fáciles de aplicar. Su visión cercana y su experiencia como audioprotesista en Valencia nos recuerdan la importancia de cuidar la salud auditiva en invierno y de prestar atención a cualquier cambio, por pequeño que parezca.
Si vives en Valencia y quieres revisar tu audición, resolver dudas o necesitas apoyo con tus audífonos, te invitamos a visitar el centro BienestarAudio. Un equipo especializado te atenderá de forma cercana y profesional para ayudarte a proteger tus oídos durante todo el año.

Sobre la entrevistada
Pilar Martínez
Técnica Superior en Audiología Protésica, colegiada nº 2009 en Valencia.
Especialista en adaptación de audífonos con enfoque humano y experiencia en BienestarAudio.
Imagen cedida para uso referencial.































