Mucho ha pasado desde aquellos tiempos en los que la asistencia psicológica era considerada sólo una alternativa para personas con una condición mental crítica. Si bien esta sigue siendo una razón de peso, en la actualidad, es bastante común que personas busquen herramientas terapéuticas para gestionar las cotidianidades diarias y para poner en perspectiva sentimientos o emociones que puedan estar afectando su calidad de vida. Y es que, después de los acontecimientos vividos en los últimos dos años, son muchas las causas o factores que pueden estar influyendo en el estado emocional y psicológico de un individuo. Ante esto, detectar ciertas señales de alerta que indiquen cuándo es momento de acudir a un psicólogo puede marcar una enorme diferencia entre un diagnóstico oportuno y un deterioro progresivo de la salud mental.
En este Centro de Psicólogos en Valencia, profesionales de salud mental coinciden en que los tratamientos psicológicos, “ayudan a poner en práctica formas eficaces de solucionar, manejar, superar o prevenir diferentes problemas emocionales que ante determinadas circunstancias de la vida provocan diversos malestares”.
No obstante, llegar al punto de reconocer la necesidad de buscar ayuda psicológica, es un paso que, al menos en España, a muchas personas les cuesta dar por cuenta propia. De hecho, son muchos los estudios que afirmar que muy pocas personas lo hacen para incrementar y/o mantener tu bienestar general, en comparación a quiénes lo hacen a consecuencia de una pérdida total sobre el control de sus emociones.
Considerando que de acuerdo a estimaciones realizadas la Organización Mundial de la Salud (OMS), posterior a la pandemia, el diagnóstico de trastornos como la ansiedad o la depresión se vieron incrementados hasta en un 50% a nivel mundial; en esta oportunidad quisimos clasificar algunos factores determinantes que indican cuándo en necesario acudir a un psicólogo.
¿Por qué es importante ir al psicólogo?
Así como es importante visitar a un dentista de forma periódica para prevenir la aparición de afecciones dentales, el cuidado de la salud mental también debería considerarse una prioridad para cualquier individuo. Como bien comentamos, hoy en día son muchísimos los factores que pueden afectar directa o indirectamente el estado anímico de una persona, incluso de forma silenciosa y paulatina.
La ayuda psicológica oportuna ayuda a detectar esos puntos de inflexión, evitando que esta se convierta en una condición crónica con consecuencias irreversibles para una persona. Pero para ello, es importante tener conocimiento de cuáles son esas señales de alerta que indican cuándo es necesario acudir con un psicólogo.
Señales que indican cuándo acudir a un psicólogo
Eventos o situaciones que nos lleven a tomar esta decisión, existen tantas como arena hay en el mar. Dependiendo de cada persona y de cada circunstancia, los síntomas pueden variar significativamente. Sin embargo, hay señales que forman un patrón más o menos habitual que indican cuándo es momento de buscar ayuda psicológica. A continuación, te contamos los más comunes:
– Pérdida frecuente sobre el control de las emociones
No se puede manejar la necesidad de llorar o la sensación de tristeza incluso en lugares públicos, algo que ocurre por al menos un período de 15 días. Reacciones exageradas ante situaciones de estrés o presión, desde la agresividad o la simple dejadez, pasando por la pérdida total de concentración, temblores, sudoración y/o fatiga.
– Problemas para conciliar el sueño por las noches
Es quizás el síntoma más recurrente en personas que padecen trastornos relacionados a la ansiedad, estrés crónico o depresión. Su cabeza es una enredadera de malos pensamientos por las noches, lo que les impide conciliar el sueño, pero durante el día el cansancio producto del insomnio los vuelve personas poco productivas y en algunos casos irritables.
– Ahogarse en un vaso de agua
Por mucho que los problemas invadan nuestro día a día, dar con una solución siempre es alternativa. Aún así, es común en personas que experimenten algún trastorno de su salud mental, ver el panorama desde la fatalidad y nunca desde una óptica positiva. La ayuda psicológica en este punto, contribuye a contrarrestar esa negatividad, de manera que el paciente pueda abordar las dificultades de su vida desde distintas perspectivas.
– Conductas autodestructivas
Ya sea por falta de autoestima, sentimientos de culpabilidad o inconformidad con ciertos aspectos de su vida. Cualquiera de estos puntos pueden derivar en conductas autodestructivas de la imagen o incluso de la salud física; hablamos del consumo de sustancias, alcoholismo, autolesiones, trastornos alimenticios, entre otros.
– La carencia de habilidades sociales
Lo que se traduce en dificultad para la comunicación o capacidad de relacionarse, conocer personas y hacer amigos. Esto termina por afectar el desenvolvimiento en la vida diaria, el desempeño en los estudios o en las relaciones laborales, también representa una barrera emocional para establecer relaciones de pareja.
– Conflictos recurrentes de pareja
Que pueden estar interfiriendo tanto en el desarrollo de la relación, como es el caso de la falla de comunicación, los celos, infidelidades o la falta de objetivos comunes. Hasta condiciones que estén afectando el ámbito sexual y físico; el síntoma de los compañeros de piso, el descenso de la libido de la pareja, problemas de disfunción, la llegada de los hijos, etc.
Vivimos una época en la que las demandas del estilo de vida son muy exigentes, dónde la trasformación digital ha supuesto un cambio drástico en la manera de relacionarnos y de comunicarnos. Aunado a esto, el mundo no acaba de dejar atrás la crisis económico-social y psico-emocional originada por la pandemia, para nuevamente hacerle frente a otro conflicto que ha generado el deterioro de la economía mundial, como lo ha sido el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Todos estos factores, queramos o no, tienen un impacto directo en la vida de las personas, muchas veces dejando secuelas evidentes que nos ayudan a determinar cuándo es necesario acudir a un psicólogo. Lo más importante a este punto, es no hacer caso omiso de estas señales de alerta y por nuestro bienestar, así como el de las personas que nos rodean, priorizar siempre el cuidado de la salud mental.
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