El frenillo corto es una condición donde la lengua está más sujeta de lo que debería a la parte inferior de la boca. Muchas veces no se identifica al nacer y esto conlleva varias dificultades para el niño.
El deber ser es que mediante un examen médico rutinario dentro de las 24 horas de nacidos sea detectado. Sin embargo, no suele detectarse en este momento si no más adelante cuando el pequeño tiene dificultades en la lactancia materna. O en el peor de los casos a los 2 o 3 años de edad cuando se tiene dificultades del habla.
El frenillo corto ¿Qué tan común es?
Se estima que un gran porcentaje de los niños con problemas al amamantar es que tienen frenillo corto y no ha sido detectado. Antes de desistir en practicar la lactancia materna pensando que el bebé no quiere pecho, o no se llena se debe tomar en cuenta y revisar primero el frenillo.
Por ello hoy en día es más común el frenillo que antes, pero no porque no existiera, si no que al dar biberón el frenillo no es impedimento para que el pequeño se alimente. A diferencia del pecho que el pequeño necesita de su lengua para poder tomar el pezón y la aureola adecuadamente.
El frenillo corto y sus síntomas
- Se dificulta el agarre al pecho.
- Cuando él bebé está mamando del pecho se desprende con facilidad.
- El proceso de lactancia es doloroso ya que los pezones se agrietan por el mal agarre, se puede presentar mastitis.
- Al no succionar bien el pequeño no queda satisfecho y está constantemente queriendo comer.
- Se presentan cólicos recurrentes por el tiempo de succión se llenan de aire.
- Por no alimentarse adecuadamente evidentemente no hay una ganancia del peso esperado.
El tratamiento debe ser evaluado por el especialista; en el pasado prevalecía el no hacer nada. Pero ahora, entre más pronto se trata entonces el niño no afrontara dificultades.
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