Cultivar el noble arte de hacer nada, otra forma de hacer cosas señaló estudios recientes. La sociedad pasa por alto algo muy significativo, es que el hombre también debe descansar para recuperar energía. Se debe reservar un espacio para la desconcentración.
Según Srini Pillay la concentración excesiva deja el cerebro exhausto pudiendo provocar una pérdida total de control. Continua mencionando la importancia del equilibrio entre la concentración y la desconexión. Gracias a esa actividad se oxigena el cerebro, se recarga y se predispone a funcionar de forma óptima. Pillay anima a parar, a tomar vacaciones pero hay que hacerlo bien.
A pesar que es beneficioso tomarse unos días de descanso el impulso al trabajo pesa más que los pulsos vitales. Los niveles de estrés generan alto niveles de cortisol y de azúcar en sangre para que el cuerpo pueda responder. Al final puede terminar produciendo daños en la salud aseguró el psicólogo clínico Juan Cruz. Esto ocurre porque el cuerpo se satura.
En otros estudios constataron que las personas podrían sufrir ataques al corazón sino disfrutaban de unos días de asueto.
No se trata de no hacer nada indicó Pillay, sino engañar al cerebro diciéndole que estamos haciendo algo. Las mejores ideas se alumbran en momentos de este tipo.
Noble arte de hacer nada ¿Cómo podemos aprenderlo?
Muchas personas no pueden descansar porque no saben cambiar su rol indica el psicólogo Juan Cruz. Por tal motivo muchos trabajadores llegan a sufrir de trastornos adaptativos. Dichos trastornos desencadenan estados de angustias y ansiedad por la inquietud de no tener un trabajo que hacer.
Se puede aprender el noble arte de hacer nada según Pillay. No hay que sentirse culpable por echarse la siesta porque esta ayuda que permanezcamos más alertas. Incluso nos permite afrontar los problemas con mayor claridad.
Cruz aconseja desconectarse de la tecnología para conectarse con uno mismo. Recuperar el gusto por permitir un espacio para la soledad y el aislamiento.
