Emociones negativas: aprender a afrontarlas sin disimulo. Según Rosana Pereira el solo esperar experimentar emociones positivas es tan absurdo como imposible. Rosana Pereira es psicóloga del gabinete Haztúa y experta en Psicología positiva.
La especialista continúa diciendo que las emociones negativas cumplen una función adaptativa que nos permite sobrevivir. La ira, la tristeza, el estrés o el miedo son mecanismos que nos permiten adaptarnos a la realidad. A través de ella podemos buscar soluciones o vías de escapes.
El temor, el enfado, el agotamiento o la frustración deben estimular al cambio, originar un pensamiento crítico y buscar alternativas. Negar estas emociones origina una rigidez emocional y se suma un grado más de malestar al que ya se tiene.
Según Ángel Luís Sánchez el miedo que no es escuchado puede a la larga provocar ataques de pánicos descontrolados. Así también sucede con la tristeza ignorada que puede convertirse en depresión. Ángel Luis Sánchez es psicólogo y director del Instituto de Desarrollo.
No pueden ser obviadas pero tampoco debe permitirse que ellas nos dominen. Según Pereira lo importante es no quedarse estancado en el derrotismo. En este sentido, debemos entender que lo que se está sintiendo es una respuesta lógica a lo que sucede.
La investigadora María Prieto-Ursúa habla de la tiranía de la actitud positiva. En ocasiones es complicado sentirse feliz mientras estamos viendo el telediario. El privarse de ese sufrimiento nos separa de la solidaridad, la sensibilidad y el ánimo por mejorar la situación.
Ante emociones negativas, buena cara
Esa actitud no es recomendable porque nos imposibilita afrontar lo que verdaderamente está ocurriendo y concentrarnos en dar una solución. En consecuencia permite impulsarnos a hacer lo suficiente de nuestra parte para que aquello termine por llegar confirma Sánchez.
Es útil estar triste, enfadado, colérico y a travesar todas las fases emocionales que desencadenen los problemas.
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