Estresado, para matar. II parte

Estresado
Estresado, aumenta tus niveles de cortisol

Como te estábamos contando, estar estresado elevado tus niveles de cortisol. Si una vez pasada la situación difícil tus niveles de cortisol no regresan a sus niveles normales, sino que por el contrario se mantienen elevados por mucho tiempo. Comienza los problemas.

Para la mayoría de nosotros, esto se puede rastrear no a emergencias reales, sino a nuestras crónicamente preocupadas mentes. Simplemente cuando nos tensamos, nuestras mentes estimulan la respuesta hormonal del estrés. Que la naturaleza diseñó únicamente para amenazas físicas reales.

Si el cuerpo está constantemente gastando energía, nunca las guarda. Y esto aumenta el riesgo de padecer un sinnúmero de enfermedades metabólicas.

Vivir estresado es igual a enfermedades.

Obesidad: las personas con niveles elevados de cortisol por demasiado estrés comen más (Sobre todo dulce) a diferencia de quienes tienen niveles más bajos. Lo que, es más, si tu cortisol se mantiene elevada, obliga a tu cuerpo a almacenar grasa. Y adivina dónde la guarda, en el abdomen. El cortisol estimula a una enzima que acumula grasa. Y gravita hacia el abdomen más que a ninguna otra parte del cuerpo.

Estresado, puede derivar en obesidad
Estar estresado, puede derivar en obesidad

Diabetes: la insulina alta y el cortisol a menudo se encuentran juntas. Aunque todavía no se sabe con certeza cual llega primero. Se presume que con el tiempo los niveles altos de cortisol pueden hacer que tu organismo tenga una menor respuesta a la insulina, mermando la habilidad para manejar la glucosa.

Mentes más lentas: estudios realizados con la elevación del cortisol de manera artificial en algunas personas, mostraron que catorce de quince personas tuvieron un detrimento en su habilidad para recordar material que se les había leído. Su memoria mejoró una vez que los niveles volvieron a la normalidad.

Cáncer de próstata: investigaciones mostraron una forma relativamente rara de cáncer de próstata que es resistente a la terapia hormonal, y notaron que el cortisol, de hecho, promueve su crecimiento.