La Eyaculación precoz es, entre los males sexuales que afectan al hombre de hoy, el más fácil de tratar.
Más del noventa por ciento de los hombres que adolecen de falta de control eyaculatorio, pueden superarlo en un período de dos a tres meses.
Es una cuestión de “concentración interior”; Los hombres con un buen control eyaculatorio no pueden darse cuenta de esta capacidad.
Sin embargo; cuando se concentran con mayor intensidad en sus respuestas u técnicas internas; pueden descubrir las conductas específicas, aunque sutiles, que emplean para mantener ese control.
La idea es, tener conciencia de los estados específicos de erección y tensión que conducen a la eyaculación, para ganar mayor control por medio de la compresión de los reflejos interrelacionados; y tácticas de dilatación que los afectan.
En cuanto al control externo, rechaza el uso de lidocaína o cremas con base mentolada para demorar la eyaculación; destacando que no solo reducen las sensaciones del pene, sino también las de la vagina y el clítoris de la contraparte femenina.
Eyaculación precoz y el poder las píldoras
Mientras, que el uso del alcohol y otras drogas recreativas para relajar a un eyaculador prematuro, casi siempre perjudican más de lo que benefician; ciertos medicamentos han tenido éxito en demorar el orgasmo.
Nos estamos convirtiendo cada vez más en una sociedad consumidora de píldoras; y muchos hombres buscan en la actualidad una cura rápida.
No se han demostrado efectos residuales. Una vez que se deja de tomar la píldora, se regresa a la situación inicial.
Por su supuesto; aún aquellos que sólo usan los métodos de concentración, pueden volver atrás; si no se mantienen en sintonía de vez en cuando con sus propios procesos orgásmicos.
La eyaculación precoz nunca es un problema matrimonial, las parejas los solucionan con rapidez y facilidad mediante un poco de práctica, y con el tratamiento adecuado.
