Las fracturas por estrés están relacionadas con las pequeñas rótulas de hueso. Se originan por la aplicación constante de fuerza como consecuencia de una sobrecarga como: saltar repetidamente o correr distancias largas. También puede ser ocasionado por el uso normal de un hueso que puede estar debilitado por ejemplo por la osteoporosis.
Casi siempre este tipo de fractura sucede en los huesos de la parte superior de la pierna y del pie que soporta peso. Hay quienes tienen más riesgo en sufrir este tipo de fractura como los atletas y reclutas de las fuerzas armadas. Son quienes soportan cargas pesadas por distancias largas pero en sí cualquiera puede sufrir de una fractura por estrés.
Fracturas por estrés. ¿Cuáles son sus síntomas?
Al principio apenas puedes notar el dolor pero este puede empeorar con el tiempo. La sensación puede comenzar en un lugar específico y disminuye durante el reposo. Puedes presentar hinchazón en la zona dolorida. Si el dolor es muy intenso o persiste estando en reposos lo aconsejable es que visites al médico.
¿Qué factores de riesgos pueden ocasionarlo?
Veamos algunos factores de riesgos que pueden ocasionar fractura por fatiga:
- Estas fracturas son muy frecuentes en personas que practican deportes como el atletismo, básquetbol, tenis, baile o gimnasia.
- Cuando se cambian repentinamente del estilo de vida por ejemplo dejan de ser sedentario y comienzan un régimen de entrenamiento activo. Puede también ocurrir cuando aumentan rápidamente la intensidad, duración o frecuencia en las sesiones de entrenamiento.
- Las mujeres sobre todo las que tienen períodos menstruales irregulares o ausentes.
- Las personas con pie plano o arco plantar alto y rígido tienen más probabilidades de desarrollar fractura por fatiga. Un calzado gastado empeora el problema.
- Existen afecciones como la osteoporosis que pueden debilitar los huesos. Esto hace que la persona sea más propensa a sufrir más fracturas por estrés.
- Si anteriormente hubo una o más fracturas de este tipo aumenta el riesgo de tener más.
