El hambre emocional es producida por las emociones que sentimos en una situación y no es por la necesidad de nutrirnos. Cuando lo sufrimos podemos comer sin saber bien por qué. Lo puede provocar emociones tan sencillas como el aburrimiento o por un mecanismo de recompensa ante otras emociones como la tristeza, el estrés o la ansiedad.
Hambre emocional. ¿Por qué se produce?
Cualquiera lo puede sufrir en cualquier momento ya sea porque estamos aburridos, cansados, etc. También puede ocasionarlo situaciones positivas como un cumpleaños o aniversario. En otros casos puede ser por una mala educación alimentaria que nos lleva a tomar mala decisiones cuando tenemos hambre emocional. Por el contrario el hambre física se trata una sensación de parte del estómago y también se conoce como hambre estomacal.
¿De qué manera podemos controlar el hambre emocional?
Hay casos severos que pueden necesitar la intervención de un especialista. Si la situación no ha llegado a este punto y comemos solo por aburrimiento podemos hacer lo siguiente:
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Reconoce el tipo de hambre
Por unos segundo párate y piensa si tienes hambre de verdad o si solo tienes ganas de comer por otro motivo. Cuando estamos muy distraídos no reconocemos las señales que nos está enviando nuestro cuerpo.
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Piensa cuales son las causas de tu hambre emocional
Posiblemente sintamos antojo por un alimento en concreto a la misma hora y por la misma causa. Con esto podemos tener una alternativa para que lo sustituyamos por ejemplo por una comida más sana o una actividad diferente.
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Mantén a la mano alimentos saludables
Te ayudará a disminuir tus ganas de comer sin hambre y si te dan ganas tendrás a la mano alimentos saludables.
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Toma medidas y no te boicotees
Si sientes hambre emocional toma tus medidas y así evitas que se descontrolen.