Ser portador de un virus, es más común de lo que se cree. La gran mayoría de los seres humanos, se enfrenta a una extensa variedad de virus desde su infancia, algunos son portadores durante toda su vida, y ni siquiera lo notan. Como es el caso del virus varicela-zóster, virus causante de la varicela y de la “culebrilla”, y que puede llegar a provocar un herpes zóster ocular, una enfermedad herpética que se desarrolla en los ojos.
Como muchos virus, los de la familia del herpes suelen vivir alrededor de las fibras nerviosas del cuerpo humano sin causar inconvenientes de salud. Eventualmente se reactivan y se extienden a la piel, causando irritaciones o pequeñas verrugas. En este caso, cuando el virus varicela-zóster afecta los ojos produce un herpes zóster oftálmico, que incluso podría llegar a extenderse a la frente y la nariz.
¿Qué es una enfermedad herpética ocular?
En términos simples, es una enfermedad infecciosa de tipo vírica, que se manifiesta en los ojos. Sus causas generalmente van ligada a un déficit o deterioro del sistema inmunológico de un individuo; como consecuencia de la edad, de una mala alimentación, de bajos estados de anímicos o depresivos, entre otras.
Existen dos tipos de virus que pueden causar una enfermedad herpética ocular:
- Virus de varicela-zóster: causante de la varicela y la culebrilla, y que al afectar el ojo produce el herpes zóster ocular u oftálmico.
- Virus herpes simplex: causante de ampollas labiales o bucales, y que al afectar el ojo produce una infección en la córnea conocida como que queratitis
Transmisión y síntomas del herpes zóster ocular
Transmisión
La transmisión del herpes zóster ocular, como tantas enfermedades virales; ocurre por contacto o vía respiratoria. Cabe resaltar que, el virus de varicela-zóster no tiene ninguna relación con el virus causante de herpes genitales, y que es ésta no es una enfermedad de transmisión sexual.
Síntomas
Los síntomas por su parte, pueden variar de acuerdo al desarrollo y avance de la enfermedad. El común presentar dolor o fiebre como primer anuncio de la infección, generalmente entre 2 o 3 días antes de que se manifieste uno o varios de los siguientes síntomas:
- Sensación de hormigueo en la frente
- Enrojecimiento en uno o ambos ojos
- Ardor en o alrededor de uno o ambos ojos
- Sarpullido o irritación en la nariz, alrededor de los ojos y la frente
- Lagrimeo
- Sensibilidad a la luz
- Nubosidad en la córnea
Ante la presencia de cualquier síntoma, lo más recomendable siempre es acudir a un especialista, en este caso; un oftalmólogo. Este es el único que, mediante una exploración física y estudio de historia médica puede determinar un diagnóstico correcto, y en consecuencia su tratamiento.
¿Cómo se cura el herpes zóster ocular?
Para una enfermedad herpética, la primera elección de tratamiento son los antivirales en su presentación de comprimidos orales. Sin embargo, y como mencionamos en el punto anterior, lo ideal es que su uso sea determinado por un especialista. Los antivirales como; aciclovir, valacyclovir, famciclovir, tienen como objetivo disminuir la severidad y duración del herpes zóster ocular, más no representa una cura en sí.
Asimismo, se recomienda medidas higiénicas oculares, y en caso de que el ojo esté muy inflamado, la aplicación de colirios con corticoesteroides para evitar la presión intraocular, y aliviar dolor, todo esto bajo estricta supervisión y seguimiento médico.
Ésta enfermedad puede resultar bastante dolorosa y agobiante para un paciente, incluso varios días después de iniciado un tratamiento. Sin embargo, un herpes zóster ocular mal tratado, o mal diagnosticado, puede generar complicaciones severas a la vista, como por ejemplo; cicatrices en la córnea, glaucoma, y hasta pérdida de la visión. De allí la importancia de no automedicarnos, escuchar las señales de alarma de nuestro cuerpo, y seguir siempre las recomendaciones de los especialistas.
