El cáncer de cuello uterino es el más común en las mujeres en el mundo después del cáncer de mamas, en España es el sexto más frecuente. La tasa de mortalidad en Latinoamérica, África y el Sudeste de Asia representa la mayor el mundo. La mujeres entre los 40 y 55 años son más propensas a padecerlo, pero actualmente en jóvenes entre 18 y 30 años también ha aumentado considerablemente el número por el alto índice de promiscuidad. Entonces, ¿es importante conocer este cáncer para concientizar? La respuesta es simple, sí.
Este tipo de cáncer se produce cuando las células normales del cuello del útero empiezan a transformarse en células malignas y crecen de manera descontrolada. La mayoría de las mujeres no presentan síntomas en el inicio del cáncer, y estos aparecen cuando ya se ha extendido.
Los principales síntomas que alertan de la existencia del cáncer uterino son los sangrados inusuales, por ejemplo, luego del ciclo de menstruación regular o sangrado más largo y abundante de lo normal, durante el coito o durante los exámenes pélvicos, o sangrado después de la menopausia. Otros síntomas son el dolor durante las relaciones sexuales y el aumento en el flujo vaginal.
Existen factores de riesgo que están relacionados a este tipo de cáncer en la mujer, entre ellos el Virus de Papiloma Humano (VPH), representa el 99 % de la causa de cáncer de cérvix y se transmite mediante las relaciones sexuales, su riesgo de contagio aumenta cuando inician la actividad sexual a temprana edad o mantiene relaciones con un hombre promiscuo o ya contagiado y con lesiones como las verrugas en el pene.
En general, algunos especialistas aseguran que la mayoría de las infecciones de VPH desaparecen solas mediante el sistema de anticuerpos que ataca el virus cuando no existen lesiones. Pero no solo este virus puede ser el causante del cáncer de cuello uterino por lo que las mujeres que no lo padecen no están exentas de desarrollar el cáncer si no llevan un estilo de vida saludable.
Otro de los factores de riesgo es el consumo de tabaco, que aumenta considerablemente la posibilidad de desarrollar el cáncer. Así como mujeres que tienen el sistema inmunológico debilitado; el uso de los anticonceptivos orales por tiempo prolongado también está relacionado al desarrollo de este padecimiento.
Es importante la prevención; tomar en cuenta el chequeo anual con el ginecólogo es el inicio para tomar conciencia de las enfermedades de este tipo que van en rápido aumento en la sociedad sin distinguir clase social, los exámenes como la citología y el Papanicolaou (Pap) pueden detectar con exactitud el 90 % de los cáncer de cérvix. Si se detecta alguna anomalía en el resultado de estos exámenes, se procede a realizar una biopsia, con el resultado de esta se puede atacar a tiempo la enfermedad determinando el tratamiento adecuado, ya sea una cirugía, radioterapia o quimioterapia y dependiendo del tamaño del tumor o nivel de avance las tres combinadas.
Actualmente se han desarrollado dos vacunas contra el VPH de venta al público en farmacias; la Gardasil, la cual previene la aparición de lesiones causadas por los tipos de VPH 6, 11, 16 y 18. Está recomendada para niñas entre 6 y 26 años de edad, aumentando su efectividad al 100 % en aquellas que no han iniciado la actividad sexual. Y la Cervaxis, también previene las lesiones causadas por los VPH 16 Y 18, pero además ofrecen protección en los tipos 31, 33 y 45 e induce los niveles de anticuerpos. Ambas vacunas son administradas en el transcurso de seis meses.
La tasa de supervivencia en general se estima en los 5 años, pero este promedio varía según el diagnóstico, mientras más temprano es detectado mayor es la posibilidad de supervivencia.
El 26 de Marzo es el Día Internacional Para La Lucha Contra El Cáncer De Cuello Uterino, sin embargo no debe ser un solo día en el año para realizar campañas para hacer el llamado de atención al cuidado de la salud de las mujeres, este es un llamado que debe hacerse todos los días.