La menopausia es el sello de la etapa en el cual el organismo femenino finaliza su capacidad reproductiva. El adiós de la menstruación establece el fin del período fértil de la mujer.
Este conflicto femenino, como muchos lo conciben, es simplemente un cambio fisiológico hormonal que desciende los niveles de estrógeno en el organismo femenino. Por consiguiente afecta el aspecto psicológico de la mujer en esta nueva etapa de su vida.
Así como la etapa de la pubertad y el período de gestación por el que atraviesa la mujer cuando está embarazada, la mujer menopáusica produce modificaciones y desequilibrios psíquicos y somáticos muy significativos.
Menopausia y la sociedad
Todas las mujeres son distintas, por tanto, no experimentan lo mismo en esta etapa. Cada una lo vive de modo distinto. Del mismo modo, obedecerá a la sociedad en la que se desenvuelva la mujer. Ya que cada sociedad tiene creencias y tabúes diferentes.
Por esta razón, se experimentará esta etapa con diferentes consecuencias emocionales generalmente negativos. Miedos por ciertos trastornos corporales: sofocación, bochornos, irritabilidad, ausencia de sexo. Los cuales acaban por manifestarse en el aspecto físico, ocasionando que la mujer luzca cansada, demacrada y débil.
Toda esta carga emocional esta también acompañada por variación en el estado de ánimo, ansiedad, depresión, irritabilidad, insomnio, disminución de sexo. Así como agotamiento mental, falta de concentración, disminución cognitiva, trastornos afectivos.
Todos los factores y secuelas que experimente la mujer en la etapa de la menopausia serán conforme a los prejuicios que viven en la sociedad y cultura donde se desenvuelve.
No obstante, existen mujeres que, su sociedad y cultura no les perturba esta etapa. Incluso, viven su vida sexual y demás sin ningún problema. Al contrario, aprecian a esta etapa como el fin de seguir padeciendo todas molestias e incomodidades que trae consigo el ciclo menstrual.
