Los dulces y los niños una dulce explosión; la glucosa cumple una función importante en cualquier organismo y en el de un niño, aún mas; ya que en exceso puede generar problemas de salud y crecimiento.
La glucosa es un hidrato de carbono que se encuentra en la sacarosa, o sea el azúcar que consumimos. Luego de ingerida queda en nuestro torrente sanguíneo y hace el proceso normal de pasar por el hígado para convertirse en energía para nuestro cuerpo.
Si bien es cierto que los niños la necesitan; en especial luego del año, ya que estos queman mucha energía. El metabolismo de los niños es mas rápido ya que están en crecimiento.
Su ingesta debe ser moderada y a diario, nutricionistas sugieren 3 cucharadas al día, dependiendo la edad del niño.
Para poder controlar el gusto por el dulce en los niños es fundamental la creación de hábitos alimentarios. Si deseamos que el niño se alimente bien, su familia debe ser su ejemplo.
Los papas determinan los hábitos de los niños desde la elaboración de las primeras comidas. Al iniciar la alimentación complementaria no se le debe colocar azúcar, ni sal, mucho menos ningún tipo de condimentos a los alimentos; esto es lo más saludable, además ayuda a que el bebé se acostumbre al sabor natural de los alimentos. Para los padres puede saber insípido, pero seguramente para el niño no, si no conoce otro sabor.
Los dulces y los niños una combinación de cuidado.
Al crecer, los dulces y los niños suelen atraerse, según especialistas, no se le debe negar, pero hay que prestarle atención a la porción, esta debe ser pequeña. Por rutina familiar se puede acordar un día, por ejemplo del fin de semana donde se pueda consumir una chocolate o dulce. Si al ser pequeños consumen constantemente dulces al crecer será difícil recortar su consumo.
Una manera saludable de consumir dulces, es ofrecer frutas, como uvas, bananas, manzana; estas aportan nutrientes al contrario que un chocolate o dulce.
Como todos los excesos tienen una consecuencia, consumir dulce en exceso también. Altas dosis de glucosa en nuestro cuerpo se convierte en grasa que se almacena, ya que el cuerpo no tiene la capacidad de quemar toda esa energía; pudiendo generar sobre peso en los niños.
Con un alto nivel de azúcar en la sangre se obliga al páncreas a producir mas insulina para absorber una pequeña cantidad de azúcar en sangre, si esto ocurre repetidamente puede generar hipoglucemia, y mas adelante convertirse en diabetes.
Por otro lado, también es afectado el crecimiento; ya que el exceso de azúcar no permite una buena oxigenación celular ni tampoco una buena coagulación.
Así que es recomendable no ofrecer alimentos azucarados, procesados; y más que prohibir, limitar el consumo de golosinas a los niños, al final es siempre por su salud y bienestar.