La dieta, los hábitos de sueño insuficientes, y la ansiedad en el trabajo son malos aliados de las glándulas suprarrenales; y dan como resultados que estén activadas todo el tiempo. En consecuencia, tus hormonas no reaccionaran con la fuerza y rapidez apropiada en una situación de alarma; y el cortisol que segrega durante la tensión continua te dejará en un estado de catabolismo y debilidad crónicos.
Las personas deben tomar en cuenta la importancia de la actitud ante las circunstancias de la vida. Hay quienes pasan los días luchando con el tráfico, dejando de almorzar y tomando píldoras energéticas, y por las noches tomando píldoras para dormir.
Otras por su parte, al final del día prefieren escuchar música relajante, bebe bebidas proteicas en los días de mucho trabajo. Y no se olvidan de sus descansos para estirarse y tomar aire fresco. Hacen ejercicio.
En la actualidad existe mucha ansiedad y pocos mecanismos de lucha. Si es así, probablemente lo primero que haces es restringir las cuotas de sueño y ejercicio para trabajar más. Si bien pudiera parecer una forma viable de economizar el tiempo; eventualmente tal estrategia se vuelve en contra de quien la práctica.
Es importante deshacernos de estos malos aliados de las glándulas suprarrenales
A parte de los beneficios para la salud, hacer ejercicios con regularidad despeja la mente y da vigor al cuerpo, incrementando la productividad y el sentido general de bienestar; de la misma manera que la falta de sueño provoca una lenta disposición, así como el incremento en la incidencia de depresión, ansiedad y más tensiones.
La dieta tiene un enorme impacto en la forma en que se afrontan las tensiones. La abundancia de frutas y vegetales frescos, proteínas, carbohidratos y calorías adecuadas; y frecuentes son importantes para mantener el balance apropiado de nutrientes y niveles estables de azúcar en la sangre.
Por otra parte, el consumo continuo de estimulantes da origen a un ciclo de tolerancia y adicción. Cuando se les priva de estos estimulantes (cafeína, efedrina, nicotina, azúcar, etc.), el organismo sufre dolores de cabeza, fatiga y malestar general. La dieta tiene una gran influencia en la capacidad de enfrentar el estrés.
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