Mordernos las uñas,causas y consecuencias de este mal hábito

Mordernos las uñas es un hábito compulsivo
Mordernos las uñas es un hábito compulsivo

Mordernos las uñas es un hábito compulsivo que con el tiempo puede provocar múltiples lesiones físicas tales como problemas en los dientes, deformación de la cutícula; formación de verrugas, infecciones, afectación por hongos o bacterias e inclusive la elevación de los bordes laterales del dedo.

En los casos más graves, estos efectos pueden provocar incluso la pérdida total de la uña. Es una conducta frecuente entre niños y adolescentes que tiende a desaparecer en la edad adulta.

El hábito de morderse las uñas, aparte de provocarnos problemas estéticos, nos puede producir una serie de patologías que no debemos ignorar. Saber más sobre la onicofagia puede ayudarnos a eliminar esta mala costumbre y recuperar nuestra salud.

Mordernos las uñas, y sus causas emocionales

Normalmente, detrás de este hábito, se esconde un problema de ansiedad, nerviosismo o inseguridad. Algunos psicólogos señalan que, en algunos casos, podría manifestarse como una válvula de escape ante una situación traumática, un problema económico, familiar, insatisfacción personal o miedo.

Aunque esta costumbre suele aparecer durante la infancia (en torno a los 4 años), cada vez somos más los adultos que nos modernos las uñas como método para liberar tensiones o descargar estrés. Cuando la persona es consciente de que no puede evitar comerse las uñas se siente aún peor; retroalimentando la angustia, bajando más la autoestima y complicando más dejar el hábito.

También hay que contemplar la posibilidad de que sea un síntoma de un desorden de tipo mental o emocional por lo que si se vuelve un hábito crónico es preciso buscar ayuda profesional.

Tratamiento para superar este hábito de mordernos las uñas

Minimizar la activación emocional: Dependiendo de cada persona se pueden utilizar técnicas de relajación, de respiración, supresión de bebidas estimulantes, etc.

Transformación de la conducta: Creando hábitos sanos para la persona que puedan sustituir la onicofagia para que esta desaparezca.

Gestión emocional: Facilitar herramientas para conocer y poder gestionar sus emociones. Es preciso que la persona comprenda cómo se siente y por qué, para poder evitar morderse las uñas.

Reducir y parar los pensamientos obsesivos: Cuando la persona relacione sus pensamientos con no tener control sobre la conducta de morderse las uñas; será preciso elaborar un plan para poder identificar los pensamientos, clasificarlos, reducirlos hasta poder eliminarlos.

Autoestima: Elevar la autoestima de la persona que se verá disminuida, entre otros, por los sentimientos de vergüenza que siente por el aspecto de sus manos.

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