No alcanzo el orgasmo: ¿qué hago?

No alcanzo el orgasmo ¿Que hago?
No alcanzo el orgasmo ¿Que hago?

Muchas de las inquietudes de algunas personas son: No alcanzo el orgasmo. Generalmente las personas relacionan el orgasmo a una sensación física que se asocia con la penetración y se frustran al no lograr llegar a él en el acto sexual.

El orgasmo posee un origen físico o fisiológico con una respuesta física. Sin embargo, para su origen y consumación, el componente mental o psicológico es esencial. Que una persona (bien sea hombre o mujer) no llegue al orgasmo se puede deber a variadas situaciones y descubrirlas a tiempo es clave para su tratamiento y la solución de la anorgasmia.

Hay ciertas características que suelen frecuentes en las personas que dicen: No alcanzo el orgasmo

Poca o nula práctica masturbadora.
Problema para dejarse llevar y soltarse, principalmente con la pareja.
Demasía de atención dirigida al placer de la pareja y menos al propio.

Información inadecuada, actitudes negativas o exigencias…

Es fundamental conocer que la única consecuencia negativa de no alcanzar el orgasmo es “no disfrutar el momento”, más nada.

No alcanzo el orgasmo, tanto hombres como mujeres
No alcanzo el orgasmo, tanto hombres como mujeres

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Hombres y mujeres: No alcanzo el orgasmo

Las diferencias entre hombres y mujeres esencialmente están centradas, en las zonas erógenas. “Si nos centramos en el centro activador de la respuesta orgásmica no existen diferencias”, indican los especialistas.

Considerando el orgasmo como un reflejo, (así como cuando nos proporcionamos golpecitos en las rodillas y la pierna se mueve sola), la respuesta orgásmica se origina por una serie de estímulos que logran ser de zonas genitales o no genitales.

Consiguen ser por estímulos visuales, auditivos, olorosos o mentales, señalan. Partiendo de esto, “es primordial considerar que los estímulos en la mujer suelen ser más variados que en el hombre, en los que la zona genital es su mayor centro estimulador, lo sigue la vista”.

Conociendo la teoría, sólo queda la práctica. Tanto en el hombre como en la mujer la respuesta orgásmica va a pender de ese reflejo límbico, así que, “la forma en la que alcancemos a excitar esa zona cerebral será esencial”.

Igualmente es clave la activación de pensamientos, imágenes, olores o sonidos que logran ser por sí mismos los activadores del orgasmo o servir de complemento o amplificador de los estímulos de las zonas erógenas.

Por lo general, no existe una anorgasmia, pero la preocupación por no alcanzar un orgasmo al mismo tiempo que la pareja, termina por constreñir la libertad que se debe tener para dar rienda suelta a nuestro propio disfrute.

Generalmente las personas que sufren este trastorno dudan en si deben comunicarlo a su pareja por miedo al fracaso en la relación.  La recomendación: “Si se tiene pareja lo mejor es hablarlo sin recelo y pronto.

Por otra parte, además existe la posibilidad de que hable del inconveniente a la pareja genere más ansiedad, para esto “se puede trabajar de modo individual, pero en la mayoría de los casos la mejora total pasa por afianzar la sexualidad en pareja”.