¿Son las nuevas masculinidades el camino a la igualdad de género?

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El proceso para derribar las perspectivas, roles y estereotipos del género es un camino que la sociedad lleva una largo tiempo transitando y aún cuando podemos decir que ha tenido avance significativo, aún queda mucho por recorrer.

En apoyo a movimientos sociales y desde el punto de vista psicológico, el concepto de la nueva masculinidad tiene como finalidad la creación y desarrollo de una una sociedad igualitaria dónde ciertos “atributos” del género masculino dejen de considerarse correctos o incorrectos y elementos como el machismo sean totalmente erradicados.

Lejos de los que podrías pensar, las nuevas masculinidades va más allá de acabar con los tradicionalismos arcaicos de lo que se cree debería ser un hombre con el objetivo de favorecer únicamente el desarrollo de la mujer. Éstas también plantean, que como tal el hombre también tiene el derecho de actuar o comportarse de determinadas maneras ante determinadas situaciones, si que su masculinidad sea sometida a cuestionamientos por parte de la sociedad.

En tal sentido, el concepto de igualdad no sólo debe perseguir objetivos como el cese de la violencia de género o las mismas oportunidades laborales para las personas sin importar su sexo, pues también debe abarcar la eliminación de clichés tan sencillos como el de que si eres niño no puedes llorar o que el hombre siempre debe pagar la cuenta.

Entonces, con el objetivo de derribar un poco las ideas preconcebidas acerca de la masculinidad y lo que ésta debe representar, en esta oportunidad te hablaremos un poco de la masculinidad moderna y qué papel de la psicología en su aceptación por la sociedad.

La psicoterapia como herramienta para aceptar y entender las nuevas masculinidades

De acuerdo con especialistas de Dyadis Psicología el concepto de la nueva masculinidad o masculinidad moderna abre una abanico de posibilidades para que la igualdad de género se convierta en una realidad. Claro que, como todo nuevo proceso que implique la eliminación de convencionalismos para dar paso a una población mentalmente más receptiva, se requiere de muchos elementos que converjan en favor del mismo objetivo. 

¿Sabías por ejemplo que la violencia de género no es algo que sufran únicamente las mujeres? De hecho, con frecuencia se ve en terapias de pareja qué es la mujer quién inicia los episodios de violencia. Aún así, son muy pocos los casos en los que el hombre presenta denuncias por maltrato físico o psicológico o una agresión de su pareja. Las razones podrían ser muchas, pero casi siempre tienen que ver la vergüenza o el repudio del que puede ser objeto por el sólo hecho de no “enfrentar la situación como un hombre”.

Si bien la psicología es un camino que conduce al entendimiento y aceptación de las nuevas masculinidades un elemento que favorece la igualdad, ésta no está a la orden del día para todo el mundo.

El cambio debe venir desde muy abajo y escalar a los niveles más altos de difusión disponibles en la actualidad. La familia y los valores que se impartan desde la crianza. El sistema educativo también debe tomar parte activa para derribar las formas tradicionales de la masculinidad. Pero más allá de ellos, los sectores con mayor influencia sociocultural debe ser referente de la eliminación de los roles y estereotipos del género.

Desafortunadamente, diversos movimientos feministas que se desarrollan a nivel mundial pudieron haber hecho mucho por normalizar las nuevas masculinidades, en cambio se han inclinado por satanizar la masculinidad. Y ojo, con ello no queremos decir que muchas de éstas causas no tengan un sentido o razón de ser, pero lo cierto es que la forma como algunas se plantean no hacen más que desvirtuarlas del objetivo principal, hasta le punto de parecer ridículas o irrelevantes.

Algunos beneficios que se pueden lograr con la normalización de la masculinidad moderna

Como bien mencionamos la normalización de las nuevas masculinidades puede aportar enormes beneficios a nivel sociocultural tanto para hombres como para mujeres, incluso para personas cisgénero. Algunos de ellos se podrían resumir en:

  • Disminución de los casos de violencia de género
  • Se elimina el prejuicio de la censura emocional
  • Disminución de trastornos mentales como consecuencia de una masculinidad tóxica o machista
  • Permite a hombres y mujeres relacionarse más asertivamente desde el respeto y la igualdad
  • Promueve una sociedad igualitaria con derechos y deberes para todos por igual
  • Favorecería el desarrollo de una sociedad más empática y respetuosa

En realidad son muchos los elementos que nos podrían llevar a afirmar que las nuevas masculinidades sí que puede conducir a la igualdad de género. No obstante, se requiere de muchas más repercusión y en el caso de la psicología, es fundamental que más profesionales aborden la psicoterapia con perspectiva de género como medio para que esta se vuelva una realidad. 

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