La ortorexia es un trastorno alimentario que radica en la obsesión enfermiza por comer solo alimentos estimados como sanos por la persona afectada por esta patología. Se ha abierto camino en nuestra sociedad la conducta obsesiva como la ortorexia.
En un principio, la ortorexia logra parecer que se trata de una conducta apropiada, ya que radica en comer sólo productos sanos y naturales; y que va a implicar ser provechoso para el cuerpo del que lo practica. Sin embargo, puede transformarse en un serio inconveniente y causar graves repercusiones, tanto sobre la calidad de vida como sobre la salud.
Una de las causas de la ortorexia:
El sobrepeso, una epidemia en los países desarrollados: Casi el 30% de la población mundial tiene sobrepeso. Recientemente, este inconveniente se ha agravado de modo creciente en los países desarrollados. Estados Unidos es el país con la mayor tasa de sobrepeso del mundo. Uno de cada tres estadounidenses supera el peso que se cree saludable para su altura y complexión.
En España, a pesar de su cultura gastronómica postra sus raíces en la dieta mediterránea, una de las más sanas de la Unión Europea, la obesidad va haciéndose sitio en nuestra vida. Efectivamente, uno de cada seis adultos y uno de cada cinco niños son obesos; mientras que más del 50% de los españoles sufre de sobrepeso.
La ortorexia puede comenzar por restringir mucho la alimentación, evadiendo la ingesta de carne roja, huevos, azúcares, lácteos y grasas; y empeorar hasta conducir al “aislamiento social”, pues el individuo se angustia si por ejemplo tiene que asistir a una comida entre amigos o una comida empresarial.
“Estas personas se creen superiores a aquellas que no siguen esta forma de vida”.
Es cierto que cuerpo y mente están en interrelación constante. Van desde el polo de la armonía a la discrepancia más clara. Todos podemos referir alguna experiencia que pusiera de manifiesto esta estrecha influencia entre el cuerpo y la mente.
Pero esta sincronía, no es sinónimo de falta de altibajos sino más bien se manifiesta por la ausencia de signos psíquicos o corporales, que inclinen la balanza hacia un lado u otro. En la armonía, la mente y el cuerpo pasan desapercibidos, para tomar protagonismo la persona como unidad total.
Cuerpo y mente están en armonía cuando una parte no influye tanto en la otra de manera que produzca dolor, angustia o tristeza.
