Rutinas: el poder destructivo que tienen en la vida de las personas

Rutinas: el poder destructivo que tienen en la vida de las personas

Todas las personas en algún momento de la vida cumplen con alguna rutina; esos hábitos o tareas que se repiten de manera continua día tras día. Aunque esto no es que sea precisamente malo; pues algunas rutinas pueden tener un efecto un tanto liberador.

Por ejemplo, las rutinas que se realizan cada mañana ayudan a ahorrar tiempo; pues las personas no se deben detener a tomar decisiones; simplemente hacen lo que está en su rutina y las cosas terminaran más pronto.

No todas las rutinas son buenas

A pesar de que las rutinas pueden ayudar a las personas a ser más eficientes; algunas de ellas no son necesariamente buenas. Pues cuando se realizan de manera demasiado apegada pueden traer algunas consecuencias sobre nuestro desempeño. Al final ellas terminarán cobrando un precio en las emociones.

Y es que una vida muy rutinaria tiende a volverse un tanto aburrida y monótona; pues prácticamente cada día se tornaría una repetición del anterior; sin que ninguno tenga ningún tipo de variación; ello llevaría a la falta de creatividad y apatía por parte de las personas. Que al final esto terminaría volviéndose un cuadro depresivo.

Recientemente Valeria Dakhovich ilustró a través de un corto como la rutina tiene un poder destructivo sobre la vida de las personas. En él muestra a un hombre que se encuentra sumergido en una terrible rutina diaria que poco a poco le va quitando la satisfacción a su vida; mientras tanto pasa el tiempo.

Rutinas: el poder destructivo que tienen en la vida de las personas
Rutinas: el poder destructivo que tienen en la vida de las personas

El corto tiene una enseñanza y esta es no dejarse dominar por la rutina y tratar de salir de ella. Para ello se han recomendado algunos pequeños pasos que se pueden tomar en cuenta:

Abrirse al cambio: El día a día es un cambio constante, diariamente el mundo también lo hace; por ello las personas no deben de aferrarse a ningún tipo de apegos hacia sus rutinas.

Flexibilidad: Las cosas no siempre tienen porqué ser iguales; hay que olvidarse de esos pensamientos rígidos y obtusos que no permiten ver más allá de lo evidente. Las cosas tienen  varios modos para realizarse.

Factor novedoso: Intentar inyectarle novedad a la rutina diaria es lo mejor que se recomienda en estos casos; no significan cambios drásticos, puede iniciarse con pequeñas cosas como el elegir una ruta distinta al salir del trabajo o probar un alimento nuevo.

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