¿Te gruñe el estómago? Te contamos algunos datos. Tu tracto digestivo es un largo tubo que cuenta con diversos músculos a ambos lados. Estos músculos están constantemente contrayéndose y reposando. Para llevar una mezcla de líquidos, gas y alimentos a través de los largos y delgados intestinos.
Mientras esta mezcla se desplaza por el tubo, una cierta cantidad de remolineo ocurren dentro de ti. Así que los ruidos que escuchas claramente no provienen de tu estomago precisamente. Sino de tu tracto digestivo que esta haciendo su importante y magnífica labor.
Contrario a la creencia popular, estos extraños ruidos no tienen nada que ver con la sensación de tener hambre. Si en tu caso particular no has comido nada por días y el tracto este vacío, permanecerá completamente silencioso. Y únicamente podrás escuchar los ruidos de la naturaleza.
Si tenemos el estómago vacío, ¿por qué gruñe?
Esto es debido a que dos horas después de que se vacía, el estómago empieza a producir ciertas hormonas que estimulan los nervios y envían un mensaje al cerebro (que dice “es hora de comer de nuevo”).
El cerebro responde a este llamado con una orden de movimiento en los músculos digestivos, lo que quiere decir que se están preparando para hacer la peristalsis. Las contracciones barren lo que ha quedado de comida en el estómago y, además, pueden provocar hambre, repitiéndose cada un tiempo determinado hasta que comamos y no escuchemos más los ruidos.
Esto es lo “estándar” en el estómago de una persona. El inconveniente reside en aquellos que sufren bastante por los gruñidos estomacales. Se sienten mal, no pueden hacer ninguna actividad, etc. Los ruidos excesivos en el estómago pueden tener diferentes causas, más allá de tener hambre.
Ruidos intestinales pueden ser molestos, incómodos y socialmente malos, pero son más una molestia que otra cosa. Sin embargo, hay situaciones en las que un grave problema podría estar presente si el gruñido del estómago se acompaña de náuseas o vómitos. En esos casos, se debe consultar a un médico.