Premio Nobel 2017: Moléculas congeladas

criomicroscopía electrónica obtiene Premio Nobel de Química
criomicroscopía electrónica obtiene Premio Nobel de Química

El famoso Premio Nobel de Química 2017 reconoció a los propulsores de la criomicroscopía electrónica. Esta es un método para observar a través de alta resolución las biomoléculas, a las que se congela en plena actividad.

Jaques Dubochet, Joachim Frank y Richard Henderson; ganaron el Premio por su trabajo que maneja la criomicroscopía electrónica para congelar moléculas y comprender su proceder. Este método permite entender de mejor manera el trabajo de las células, crear medicamentos para luchar contra enfermedades específicas.

Especialistas del Instituto Max Planck de Bioquímica (Alemania) han conseguido estudiar la estructura de las fibras de huntingtina in situ; y notar cómo interactúan y deforman el retículo endoplasmático celular, según publican en Cell.

Galardonados con el Premio Nobel Jaques Dubochet, Joachim Frank y Richard Henderson
Galardonados con el Premio Nobel Jaques Dubochet, Joachim Frank y Richard Henderson

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“Empleamos un tipo de criomicroscopía electrónica para analizar la estructura de agregados proteicos concernientes con enfermedades neurodegenerativas. Esto nos permite comprender mucho mejor sus interacciones tóxicas con la célula; y analizar cómo estas logran llegar a ocasionar la muerte de las neuronas”. Indica el español Rubén Fernández-Busnadiego, que labora en este instituto alemán.

Este método merecedor de un Premio Nobel abarca distintas latitudes

Al iniciar la emergencia por la alta cantidad de casos de microcefalia en Brasil; los especialistas exploraron en pormenor el virus del Zika con la finalidad de distinguir si este era el promotor de dicha malformación. Para lograrlo, se solicitaron imágenes en 3D que consiguieran revelar en detalle, molécula por molécula, cómo es la estructura del microorganismo y su forma de proceder.

Estos especialistas lograron conseguir estas imágenes gracias a la tecnología que fue premiada con el Premio Nobel de Química 2017: la criomicroscopia electrónica.

Este método consiente el análisis profundo de las biomoléculas (igualmente designadas como “moléculas vivas”); dentro de las que alcanzan destacarse las que conforman distintos virus, bacterias y proteínas.

Esto no únicamente permite la comprensión de cómo trabajan las moléculas. Además facilita conocer cuáles son sus potencias y debilidades; lo cual es importante para entender el progreso de un padecimiento o infección y permite la exploración de futuros medicamentos.